Homicidio de Aarón: mañana se conocerá la sentencia
Finalizó la segunda jornada del juicio con jurados y mañana se leerán los alegatos y el fallo final. De ser hallados culpables, la madre y el padrastro del bebé de 15 meses acusados de matarlo a golpes en Morteros, podrían recibir prisión perpetua.
Por casi tres horas se desarrolló hoy la segunda jornada del juicio con jurados populares que se le sigue a Julieta Antonella Gutiérrez (22) y Emiliano Sebastián Álvarez (29), quienes están imputados como supuestos autores de "homicidio calificado" de Aarón Peralta, ambos en calidad de coautores.
Aarón tenía 15 meses cuando en el domingo 14 de octubre de 2018, en Morteros, fue víctima de una salvaje golpiza que le causó la muerte.
Hoy se escucharon a cuatro testigos, entre ellos la persona que trasladó a la madre, al padrastro y al pequeño hasta el Hospital "Dr. José Sauret", quien dijo que a los adultos se los notaba muy tranquilos.
Por su parte, el imputado volvió a cargar contra su pareja diciendo que "vivía alcoholizada y drogada" y que el mayor de sus hijos, Mirco (4) "estaba siempre solo y en la calle".
La defensa de la mujer adelantó que pedirá su absolución.
Mañana jueves se leerán los alegatos y se conocerá la sentencia. Ambos acusados están imputados por "homicidio calificado" por lo que de ser hallados culpables, recibirían la pena de prisión perpetua.
Golpes y castigos
Recordemos que ayer, en la primera audiencia del juicio se dejó ayer al descubierto la cadena de tormentos y castigos que habría sido sometido Aarón antes de encontrar su muerte tras recibir una fuerte golpiza.
En la Cámara del Crimen de nuestra ciudad, se escuchó el testimonio de la médica que recibió Aarón y aseguró que el menor presentaba hematoma en el abdomen y marcas de dedos en el cuello, las que trataron de ocultar con maquillaje. Su relato fue confirmado por otros profesionales que los asistieron al pequeño en el Hospital de Morteros. Por otro lado, la pareja, dueños del tambo en donde trabajaba el acusado, contaron que el hombre era violento y que la víctima como su hermano Mirco le tenían miedo, que los solía poner contra la pared en penitencia y que si él no les ordenaba que se movieran, los niños quedaban en ese lugar todo el tiempo que a él se le antojaba.