Fin de año: de las largas mesas a los viajes relámpagos
Si bien los festejos de Navidad y Año nuevo forman parte de una de las tradiciones más complejas, en los últimos tiempos los jóvenes desafían esas convenciones y optan por celebrar en las playas, lejos de sus familias.
Los festejos de Navidad y Año nuevo forman parte de una de las tradiciones más prolongadas en el tiempo y también una de las más complejas. Históricamente, incluían un extenso itinerario de mitos, ceremonias, creencias y convenciones típicas de cada familia.
Las 00.00 del 25 de diciembre y el 1 de enero marcan momentos cúlmine. Para los niños, la magia permanece intacta y se transforma en la hora más esperada en Navidad para abrir sus regalos. Para los adultos, ambas fechas son momentos en el cual se percatan de la ausencia de algunas copas para brindar: el paso del tiempo provoca decesos naturales e involuntarios de algunos integrantes y achica los lugares de la mesa.
En el medio de estos rituales aparecen los jóvenes, con una modalidad que parece haber ganado su espacio hace algunos años: celebrar fuera de casa y lejos de la familia, en alguna playa o destino turístico. Distintos son los motivos que guían la decisión yLA VOZ DE SAN JUSTO accedió a dialogar con algunos jóvenes sanfrancisqueños que eligieron tierras extranjeras para vacacionar en estas fechas de fin de año.
"La familia sabe que siempre estamos y que las fiestas son sólo una fecha más, festejar, abrazarnos y compartir podemos hacerlo todos los días" dijo Tomás Silveira (24), quién viajó hacia tierras aztecas para recibir la Navidad y el Año Nuevo junto a su novia, Elizabeth Gramoy (24).
Lo mismo sucede con Milagros Olivero (22) y Facundo Scocco (21), quienes pasaron Navidad y celebrarán Año Nuevo en las playas brasileras, precisamente en Itapema. "Es una decisión que tomamos porque son los únicos días que Facu puede porque después empieza la pretemporada de fútbol" dice Milagros, a lo que agrega que los tiempos "cambian" porque desde que sus hermanos formaron su propia familia, las celebraciones ya no son tan masivas en su casa.
Los precios, un factor clave
Al ser consultado respecto a la elección de esta fecha para viajar, teniendo en cuenta que atravesaba las celebraciones de fin de año, Tomás sostuvo que primó la cuestión económica. "Fue un factor que influyó, en estas fechas el costo no es el mismo que en enero y por suerte nuestros papás entendieron que la cuestión pasaba por ahi".
Generalmente, la temporada alta de verano comienza los últimos días del mes de diciembre, cuando los costos de tarifas, vuelos y alojamientos llegan a encarecerse casi el doble durante enero.
Además, teniendo en cuenta el impacto del dólar turista, vacacionar antes de la entrada en vigencia del recargo del 30% se convirtió en una buena opción.
Tomás y Elizabeth disfrutan de las playas mexicanas
Sueños
y objetivos personales
"Viajar y conocer está dentro de nuestra realización personal" dijo Tomás, aludiendo a que los sueños y propósitos personales se anteponen a las mesas largas en familia durante el fin de año. "Siento que nos educaron con la libertad de no imponernos estar presentes sino ir cumpliendo nuestros sueños" indicó Tomás.
"Viajar y tomarnos un descanso de la rutina era lo primero, necesitábamos la playa" expresó Milagros, aunque si lamentó no pasarlo con su mamá: "si hubiese podido, me la traía conmigo, la llamada en Navidad fue muy emotiva" agregó la joven nacida en Campana, provincia de Buenos Aires, quien lleva viviendo ya varios años en la ciudad. Olivero es la hija menor de cuatro hermanos y la más apegada a sus papás, por lo que le costó un poco esta decisión de culminar un año alejado de sus pilares, aunque se siente "feliz".
Las
largas mesas quedaron atrás
"Me acuerdo cuando en la cuadra de mi abuela se armaban tablones en la calle y festejábamos con todos los vecinos juntos" expresó Agustina (24). No obstante, sostuvo que esa esencia se fue perdiendo y los festejos comenzaron a ser cada vez más privados y en círculos íntimos.
Los tiempos cambian, lo sabemos, y cada familia es un mundo con sus propios rituales y festejos. Así como estas jóvenes parejas decidieron cerrar el año en una playa, hay muchas más. La costumbre de las largas mesas repletas de familiares hoy parece perder terreno ante los propósitos personales: cumplir los sueños e ir más allá de los mandatos culturales hoy priman entre los juveniles.