Falta de sueño y ansiedad, un combo peligroso para la salud
En momentos de crisis como la que atraviesa nuestro país, las noches no son fáciles. La falta de sueño y la ansiedad afectan cada vez a más personas que sufren constantes despertares en la madrugada, que llegan de la mano de la incertidumbre y preocupaciones como el miedo a perder el trabajo, no poder pagar cuentas o tener que cambiar el estilo de vida.
Estos fantasmas que despiertan en la
noche, suelen ir acompañados de síntomas físicos como agitación,
opresión en el pecho e inquietud, impidiendo que la persona vuelva a
conciliar el sueño.
Esta falta de sueño y ansiedad hace que la persona duerma menos horas y se sienta muy cansada al otro día, convirtiéndose en un peligro para la salud tanto física como mental.
La licenciada en Psicología con formación en Neuropsicología, María Emilia Gobbo (MP-6876) aseguró en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que cuando la falta de sueño o insomnio se mantiene en el tiempo y afecta la calidad de vida se recomienda consultar a un especialista.
Explicó que este trastorno muy frecuente del sueño puede presentarse por distintas causas y preocupaciones cotidianas pero existen ocasiones en las que los pensamientos que aparecen "son de carácter irracional, por ejemplo, miedo a tener una enfermedad estando sano, a que algo malo pueda pasar, a perder a un ser querido sin haber un riesgo efectivo, etc.".
La psicóloga afirmó que éstos miedos suelen presentarse en personas que atraviesan estados ansiosos o depresivos. "Aquí el insomnio puede presentarse como un síntoma ya sea de ansiedad, depresión o ambas. Los trastornos del sueño también pueden obedecer a una causa orgánica, por lo cual la consulta con un médico es fundamental".
Consecuencias en la salud
Dormir es un estado fisiológico tan esencial para el ser humano como alimentarse o respirar, por lo cual una alteración prolongada en los ciclos del sueño produce consecuencias físicas, emocionales y cognitivas.
La licenciada Gobbo aseguró que se ha demostrado que la privación de entre tres a cuatro horas de sueño en una sola noche "produce somnolencia diurna, mayor probabilidad de padecer episodios de ansiedad o depresión y alteraciones en funciones cognitivas, principalmente la atención y memoria de trabajo".
"En la vida cotidiana de una persona ésto se traduce en un mayor riesgo de sufrir accidentes laborales o de tránsito, dificultad para pensar o tomar decisiones con claridad, irritabilidad y torpeza motora -advirtió-. A largo plazo, la privación de sueño se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, dolor muscular, diabetes, obesidad, etc.".
Afirmó que el insomnio no es una enfermedad en sí, sino un síntoma que puede responder a causas psicológicas, psiquiátricas u otras causas médicas. "Se habla de insomnio cuando se tarda más de 30 minutos en conciliar el sueño, o hay despertares nocturnos frecuentes", dijo Gobbo.
Lic. María Emilia Gobbo
Tratamiento interdisciplinario
Para el tratamiento en primer lugar es fundamental un buen diagnóstico para determinar cuáles son las causas que generan el trastorno del sueño. Gobbo explicó que se realiza un abordaje interdisciplinario ya que requiere también la intervención del médico o especialista en medicina del sueño.
"Según el diagnóstico el tratamiento puede ser farmacológico, no farmacológico o ambos en conjunto. Desde la psicología se trabaja en el abordaje no farmacológico, interviniendo sobre la modalidad de afrontamiento al estrés y ansiedad, también sobre las creencias irracionales que pueden promover el insomnio y promoviendo hábitos de higiene del sueño", detalló la psicóloga.
El aporte de la neurociencia
En el campo de las neurociencias, el sueño es un tema de especial interés. "Los aportes son innumerables -remarcó la licenciada Gobbo-, se investiga desde los mecanismos celulares que ocurren en el cerebro durante el sueño hasta la relación entre sueño y funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje".
Al respecto ejemplificó que se ha demostrado que "al dormir se consolidan los recuerdos y se generan las memorias de largo plazo, por este motivo es muy importante trasmitirle a los estudiantes la importancia de dormir bien antes de ir a rendir un examen".
Consejos para un buen descanso
Para lograr un buen descanso, sin que el insomnio y la ansiedad interrumpan el sueño, la licenciada María Emilia Gobbo brindó una serie de recomendaciones:
* Revisar los hábitos del sueño, por ejemplo, pautar un horario determinado para acostarse y para levantarse
* En lo posible utilizar la habitación solamente para dormir y no para otras actividades como comer o estudiar
* No realizar siestas prolongadas durante el día
* Evitar el uso de pantallas (tv, celular) al menos dos horas antes de acostarse
* Evitar estimulantes como la cafeína al menos seis horas antes de dormir, evitar el alcohol y alimentos dulces
* Adquirir hábitos de vida saludables como una buena alimentación y ejercicio físico al menos tres veces por semana, practicar actividades de relajación como yoga o mindfulness.