Escándalo inadmisible en la Alcaidía de Rafaela
El bochornoso suceso se suma a las denuncias de "trato privilegiado" del que también gozaría la ex jefa de la comisaría de Frontera que habría tenido a su disposición una oficina del Comando Radioeléctrico para que no tuviera contacto con otros detenidos. De ser así, se comprobaría otra irregularidad grave de que las autoridades policiales de Santa Fe deben investigar hasta las últimas consecuencias.
Luego de un escándalo de proporciones, del que todavía seguirán apareciendo derivaciones, fue desplazada la cúpula de la Unidad Regional V de la Policía de Santa Fe, que tiene su sede en Rafaela. Asumió como interventora de esta dependencia de la fuerza de seguridad la oficial Jorgelina Aguirre, quien al momento de ser designada se desempeñaba como jefa del Departamento de Judiciales de la fuerza de seguridad de la vecina provincia.
La remoción de las anteriores autoridades policiales de la Unidad Regional que tiene competencia en la región vecina a San Francisco se debió a la viralización de una "fiesta de cumpleaños" que se desarrolló en la Alcaidía de Rafaela. El festejo había sido organizado por el subcomisario Gastón Eletti, quien está detenido en ese lugar por haber sido acusado de cometer más de una docena de delitos, entre ellos encabezar una asociación ilícita, cuando se desempeñaba como jefe de la Zona de Inspección 5, con jurisdicción en Frontera y Josefina.
Las imágenes que recorrieron las redes sociales mostraban la celebración del cumpleaños de la pareja del jefe policial encarcelado, con la participación de civiles que habrían ingresado en día y horario no permitido y con importante consumo de bebidas alcohólicas. Ante esta situación, la fiscalía de turno ordenó una requisa del lugar y dispuso una serie de medidas para esclarecer lo que, a todas luces, es un escándalo de proporciones.
Vale recordar que el jefe policial detenido no es la única autoridad investigada por la comisión de ilícitos en Frontera y Josefina. También está bajo arresto la ex jefa de la Comisaría Sexta de Frontera, María Silvina Asís. A ambos se los acusa de varios delitos, a saber: privación ilegítima de la libertad, incorporación de información falsa en actas de procedimientos, solicitud y recepción de dádivas y realización de custodias sin cumplir las reglamentaciones, entre otros.
El bochornoso suceso de la fiesta en la Alcaidía de Rafaela se suma a las denuncias de "trato privilegiado" del que también gozaría la ex jefa de la comisaría de Frontera que habría tenido a su disposición una oficina del Comando Radioeléctrico para que no tuviera contacto con otros detenidos. De ser así, se comprobaría otra irregularidad grave de que las autoridades policiales de Santa Fe deben investigar hasta las últimas consecuencias y por la que deben adjudicarse responsabilidades penales.
De confirmarse totalmente los hechos denunciados, los dos ex jefes policiales que se manejaron de manera impune en Frontera habrían sido beneficiados con privilegios inadmisibles, gestados con la complicidad de otros altos oficiales. La actitud corporativa de algunos miembros de esa fuerza de seguridad abre las puertas a la impunidad y afecta gravemente la ya muy deteriorada imagen que tiene el accionar ineficaz y -en determinadas ocasiones, cómplice- de determinados miembros de la Policía en una provincia sometida al accionar del crimen, la delincuencia organizada y el narcotráfico
La intervención de la Unidad Regional V es una medida que certifica la gravedad de lo ocurrido con las condiciones de detención de los ex jefes policiales de la comisaría de la vecina ciudad y ratifica la sensación de que la crisis policial santafesina tiene aristas muy serias, relacionadas con la bajeza moral y el intento de consolidar la impunidad.