Es alemana, cumplió 15 y el sueño de un festejo “bien argento”
En nuestro país, ser quinceañera se celebra con una gran fiesta, con familiares y amigos. En Alemania, la costumbre es más familiar y con menos pompa. Un joven de intercambio en San Francisco tuvo el cumpleaños que nunca imaginó.
Sobre la mesada de la cocina de los Ferrero están las porciones que sobraron de la torta de cumpleaños de Amna Richter. Podría pensarse en un cumpleaños de 15 más, pero este fue especial.
La jovencita oriunda de Alemania, que llegó a San Francisco en febrero pasado para estudiar español, cumplió el domingo 15 años y el sábado último festejó con vestido y una gran fiesta en Runa Disco, muy diferente a lo que hubiese sido la celebración en su país.
En nuestro país, los amigos suelen formar parte de la celebración de los 15; también se acostumbra pintar un mensaje en la calle frente a la casa de la agasajada, o un "pasacalles", en la víspera de su cumpleaños. Después la fiesta se desarrolla entre el vals y las coreografías que las amigas preparan para la ocasión. Todo eso vivió Amna.
Si bien las fiestas de 15 tal y como las concebimos aquí tienen mucha influencia de los países europeos de origen latino como España y Francia, no ocurre lo mismo en Alemania, donde es un acontecidito más bien familiar.
Los padres "adoptivos" de la adolescente, los sanfrancisqueños Genoveva y Pablo Ferrero con mucho esfuerzo y dedicación decidieron homenajear a la quinceañera.
Anma sonríe cuando se le pregunta por qué quería festejar sus 15, costumbre bien arraigada en la Argentina pero no en Alemania.
"Antes de viajar vi en Internet que las chicas que cumplían 15 años en la Argentina lo festejaban con un vestido, en un salón, con torta y con amigos, y eso me gustó pero nunca me imaginé esta fiesta", dijo a LA VOZ DE SAN JUSTO Amna, que cumple años el 28 de julio.
Amna celebró sus 15 años como una princesa
Los preparativos para la gran noche
"Ella quería celebrar su cumpleaños pero nos quedaba muy poco tiempo y tuvimos que ponernos a organizar", contó Genoveva Ferrero, la "mamá" de la joven durante su estadía en nuestra ciudad.
La familia consiguió el lugar, el DJ, la fotógrafa, el vestido, la torta y todo lo referido a la fiesta, pero los papás de Amna, en Alemania, no estaban del todo convencidos. En ese momento, ya entrado junio, parecía que la fiesta no iba a ser posible.
Sin embargo, y luego de muchas charlas a distancia, los Ferrero convencieron a los padres de Amna y la celebración se hizo realidad.
Bailar el vals, un infaltable de la celebración argentina
Para la ocasión, Amna vistió un vestido rosa de dos piezas con zapatillas a tono, que eligió con el asesoramiento de Paulina, su "hermana" aquí. La peinaron y la maquillaron sus compañeras de curso y todos cumplieron con su presencia.
Unos 100 invitados, 75 chicos y el resto adultos, celebraron con Amna un cumpleaños que nunca imaginó, al menos con los condimentos dela celebración más importante de las chicas argentinas.
Una noche inolvidable
"Nunca voy a olvidarme de este cumpleaños"
Desde Alemania, todos estaban atentos. "Mis papás no podían dormir la noche de la fiesta por los nervios que tenían", indicó Amna quien recibió el regalo más especial desde su país: un emotivo video con la historia de su vida en fotos.
"Nunca voy a olvidarme de este cumpleaños", confesó.
Amna junto a su familia sanfrancisqueña
Estudiar en San Francisco
Amna Josefine Richter vive desde hace cinco meses en la casa de Genoveva y Pablo Ferrero. La oportunidad de estudiar en nuestra ciudad surgió gracias a la relación comercial entre Falk, su padre biológico y Pablo, su "papá" sanfrancisqueño (como le dicen cariñosamente los chicos a los adultos de las familias que los alojan en un intercambio en el extranjero), ambos empleados de la firma ZF Sachs.
Amna es oriunda Sailershausen, un pueblo ubicado a 342 kilómetros de Berlín y entre idas y vueltas de reuniones de trabajo de su familia, nació la amistad.
"Me gustan mucho los idiomas y quería venir a conocer la Argentina y aprender a hablar fluido español", dijo la joven. Amna asiste hoy al tercer año "C" del Instituto Pablo VI, va a clases de tenis y ya hizo muchos amigos.
Familia y amigos la acompañaron
La adolescente disfruta del asado, no le gusta demasiado el dulce de leche pero sí los mates, escucha cumbia y reggaetón. El sábado, Amna bailó el vals, sopló las velitas y celebró hasta la madrugada.