El tren, un medio de transporte cuyas vías se “niegan a morir”
Al país desde 2016 comenzaron a llegar máquinas nuevas desde China, que en algunas oportunidades transitan por nuestra región. Las locomotoras hoy solo viajan a un máximo de 35 km/h en un sistema ferroviario que se quedó en el tiempo y que marcó a la ciudad desde el sus inicios.
Dos años después de nacer como pueblo en Plaza San Francisco, el tren llegó a cambiar todos los planes del fundador José Bernardo Iturraspe. La necesidad de trabajo e idea de progreso empujó a los colonos a buscar nuevos horizontes a unos seis kilómetros, a la par del ferrocarril.
Era octubre de 1888 y con el paso del tiempo el sonido del tren, las vías del ferrocarril y todo el mundo que giraba a su alrededor hicieron que el pueblo se expandiera en sus adyacencias. Así San Francisco se hizo Estación.
Este hecho peculiar, podría decirse, dividió no solo una población sino también una identidad cultural. Tomaría años volver a unir socialmente a Estación y Plaza San Francisco y, mucho más, entender que a veces más allá de las intenciones el progreso elige llevar el destino hacia otro lado.
De las máquinas a vapor, pasando por las de diesel, con pasajeros o solo con cargas, el tren es uno de los medios de transporte que sigue despertando añoranza entre quienes pudieron subirse a uno, pero también desazón por la realidad que atraviesan.
Imagine usted lector - como lo hizo LA VOZ DE SAN JUSTO- que sube a la cabina con el maquinista para dar un paseo, pero no al pasado sino en el presente para conocer qué es de los trenes hoy en día.
Federico Pizarro conoce de memoria las
vías, son parte de su ambiente de trabajo y siente devoción por ellas
Un salto de calidad
Desde 2016, al país ingresaron nuevos trenes traídos desde China para renovar paulatinamente la flota de máquinas que forman el sistema ferroviario nacional.
"Después de muchos años, la empresa adquirió más de 40 locomotoras 0 km, y también se adquirieron vehículos para diferentes cargas, rieles y maquinarias de renovaciones", dijo Federico Pizarro, instructor técnico de locomotoras en la ciudad de Córdoba.
El recambio no solo es físico, también tecnológico explicó el joven dado que "se está implementando un nuevo sistema satelital" para "tener un mejor control y dominio de la carga".
Federico está acostumbrado a vivir entre trenes. Las vías y las estaciones forman parte de su paisaje diario. Dependiendo la zona, las máquinas nuevas pueden ser utilizadas para transportar pasajeros o solo cargas. Pero en la zona de San Francisco, sólo uno de estos servicios está disponible.
El avance y recambio es progresivo sostuvo Pizarro, quien graficó que actualmente se encuentran en renovación las vías en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe. "Pero en el caso del Belgrano cargas, las unidades nuevas sólo están destinadas para los fines de carga. En estos últimos años se modernizó mucho el sistema y sigue progresando, de a poco, pero lo hace", afirmó.
La estación del ferrocarril Belgrano es la única operativa en la ciudad, sus paredes también delatan el paso del tiempo
La gente extraña el tren de pasajeros
Aunque pasaron varias décadas del último tren de pasajeros que transitó por las vías del único ferrocarril activo en la ciudad, los sueños de que vuelva siguen intactos. Alberto Nívoli es uno de esos soñadores.
El hombre de 72 años es un aficionado a la temática y supo viajar "desde Villa María a Buenos Aires" en el tren "Rayo de Sol". Sobre esa época destaca la "puntualidad" que tenían las formaciones.
"En el tren iba mucha gente en todos los viajes, incluso había camarotes igual que en los barcos. Era un transporte de precio popular. Sin embargo había dos categorías: el común y el pulman, pero los dos eran accesibles", detalló Nívoli.
El sueño de que alguna vez en el futuro la estación de tren vuelva a abarrotarse de gente no parece tan utópico, dado que a este cambio de maquinaria también debería agregársele "el de vías férreas".
Si se generaran estas condiciones, el tren podría recuperar aquel viejo esplendor que tuvo cuando llegó al país en el siglo XIX y los beneficios no serían pocos. Federico dejó en claro que "el tren es más beneficioso - como medio de transporte - porque permite llevar mayor volumen de carga por viaje", y eso lo transforma en "una opción sumamente económica".
La vieja pasarela todavía se mantiene en pie en el Belgrano, símbolo de una época donde la llegada del tren convocaba a la muchedumbre para subir y el tránsito de los caminantes se desviaba por ahí
Signos de abandono
La única estación de ferrocarril que se mantiene en funcionamiento es la del Belgrano y solo para trenes de carga. Sus paredes denotan el paso del tiempo pero también de la falta de mantenimiento.
El herrumbre en los viejos hierros también indican que el tiempo pasa, los pasajeros ya no vuelven y aunque al tren todavía se lo escucha pasar como máximo a 35 km/h, solo lleva cargas y deja un tendal de recuerdos entre quienes viven alrededor.
Las vías, esas que vieron pasar a tantas máquinas y que son de trocha angosta - a diferencia del exferrocarril Mitre - aún se sostienen y esperan el recambio -que marcha lento- para que la modernización llegue. Mientras tanto, los trenes resisten al tiempo y al olvido.