El sufrimiento en los chicos de hoy: el terror a la soledad y la inseguridad
Los niños pueden manifestar el sufrimiento psíquico portándose mal, desafiando a los adultos o con problemas en la escuela. Escucharlos, jugar con ellos, dedicarles atención, en definitiva brindarles afecto y protección, son fundamentales para aliviar la situación.
Se portan mal, no aprenden a leer o escribir o desafían a los adultos, detrás del malestar de los niños puede encontrarse el sufrimiento psíquico. En un mundo vertiginoso, en el que reina el "ahora ya" que propone un ideal de éxito y de estar contentos todo el tiempo, los chicos muchas veces tienen miedo a la soledad e inseguridad.
¿Cómo manifiestan ese sufrimiento?, ¿Cómo podemos aliviarlo o prevenirlo?. La licenciada en Psicología, Beatriz Janin, de Buenos Aires, brindó una charla en Pido Gancho de nuestra ciudad sobre el tema y en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO aseguró que la ansiedad, la desatención, el movimiento indiscriminado, los retrasos en la adquisición del lenguaje y de la conexión con otros, son síntomas del malestar infantil. Lo importante es que frente a estas conductas nos preguntemos qué es lo que les ocurre, sin suponer que esa conducta tiene la misma causa en todos los niños.
Afirmó que los niños de hoy "suelen moverse sin rumbo, desafiar a los adultos, presentar dificultades en la adquisición del lenguaje y en el aprendizaje de la lecto-escritura. Pero además manifiestan terrores, se suelen sentir muy desprotegidos por un mundo adulto que ha borrado diferencias con ellos y que no registra los sufrimientos que los aquejan".
Janin continuó explicando que de esta manera, una dificultad como puede ser la falta de atención en clase puede responder a determinaciones muy diferentes en diferentes niños. "Pueden ser desde resultado de situaciones de violencia sufridas hasta ser la expresión de un refugio en la fantasía y una necesidad de juego, o la desconexión con todo aquello que no le interesa, o ser la manifestación de un duelo, o de la necesidad de suscitar la atención de los otros".
La psicóloga advirtió que los niños "tienen terror a la soledad. En tanto los adultos no aparecen muchas veces como sostenes firmes, en tanto no se sienten seguros de sí mismos, los niños quedan con una sensación de inseguridad permanente y con dificultades para confiar en los grandes".
Afecto y dedicación contra el sufrimiento
¿Qué hacemos entonces para cambiar esta situación?. Escucharlos, jugar con ellos, dedicarles atención, en definitiva brindarles afecto y protección, son fundamentales para alejar el sufrimiento, según afirmó la licenciada Janin.
"Antes que nada, lo más importante es escucharlos, pensar que un niño que se porta mal, que se mueve mucho, que no aprende a leer y a escribir, no lo hace porque no quiera sino que está sufriendo y lo manifiesta de esa manera. Y que tenemos que detectar cuál es el conflicto que está expresando", aconsejó.
Indicó que el escucharlos, jugar con ellos, contar historias, va armando un vínculo en el que el intercambio afectivo se hace posible.
Advirtió que entonces "no hay que colgar carteles; no pensar que el problema es que un niño se mueva o no hable y que si hace eso ya tenemos el diagnóstico, sino preguntarnos qué es lo que está en juego y entender que no sabemos de entrada lo que le ocurre. También, no reemplazar la presencia y el contacto afectivo por máquinas ni por pastillas".
Janin remarcó que como padres hay que entender que siempre "podemos equivocarnos y tener aciertos y errores, pero que es fundamental no perder el lugar. Y sostener ese lugar implica mostrarnos siendo los que lo protegemos, le vamos marcando el camino, le transmitimos normas claras y lo acompañamos en los momentos dolorosos".
Las causas y la influencia del contexto social
Todos nos constituimos en una historia individual, familiar y social. Y el contexto social incide en la familia pero también en esta época, directamente sobre el niño, a través de los medios de comunicación y de la escuela.
La licenciada Janin aseguró que hay varias cuestiones de la sociedad actual que se deben tener en cuenta sobre las causas del sufrimiento infantil.
"Se supone que todos deberíamos estar contentos todo el tiempo, por lo que el sufrimiento psíquico no está considerado. A esto se suma la cultura del 'ahora ya', de la urgencia, por la cual se espera que todos los niños realicen todas las adquisiciones rápidamente, sin darles tiempo. La idea de consumo y el ideal de éxito rápido también tiñe las relaciones con niños y adolescentes", aseguró.
Advirtió que las nuevas tecnologías "son utilizadas muchas veces para acallar a los niños, para que no molesten. Así, se les da un celular en lugar de jugar o contar un cuento y se suplantan los intercambios de palabras por una sucesión de imágenes provistas por máquinas. Ésto suele traer dificultades en la adquisición del lenguaje, hiperactividad, desatención, en tanto los estímulos que se le vienen ofreciendo son muy diferentes a los escolares".
Alertó también que otra causa no menos importante es que estamos en un tiempo en que "se borran las diferencias niño-adolescente-adulto y esto deja a los niños desprotegidos y suponiéndose omnipotentes".
Dijo que al mismo tiempo , la inseguridad laboral, el desempleo, las dificultades de todo tipo que aparecen actualmente inciden fuertemente en el funcionamiento psíquico de los niños. "Cuando los adultos (padres y maestros) están angustiados e insatisfechos por la situación socioeconómica, no tienen el espacio psíquico necesario para ocuparse de los niños que detectan la depresión y la angustia de los adultos quedando impotentes y desprotegidos".
"Los niños tienen terror a la soledad", advirtió la licenciada Beatriz Janin
Cuidado con los rótulos
La licenciada Beatriz Janin dijo el problema es que frente a este malestar en los chicos, si lo que hacen los adultos es colgarles un rótulo, como "Es trastorno por déficit de atención con hiperactividad", el conflicto permanece tapado y el niño queda como portador de trastorno de por vida, sin que se tenga en cuenta el contexto que produce esas conductas.
"¿Por qué un niño en esa situación va a tender a moverse mucho? Por que es un modo de convocar a los adultos, de decirles que él está allí y de sacarlos de la depresión", advirtió.
Niños desafiantes, chicos asustados
Por otro lado explicó que los niños desafiantes "son niños que están asustados, que no confían en los adultos y que suponen que las normas y leyes no son generales, sino que ellos son los únicos sancionados".
"Es muy importante respetar las normas para enseñar a respetarlas, no entrar en una pelea con el niño que terminaría igualando a todos, mostrarles las diferencias niño-adulto en términos de protección y responsabilidad y acompañar a los niños en ese derrotero".