El coronavirus sacó a relucir el orgullo freyrense
Vecinos de Freyre que viven en distintas partes del país y el mundo cuentan como viven la cuarentena y manifiestan sentimientos encontrados por el encierro, aunque tienen uno en común: que pase esta pandemia para volver a su pueblo natal y abrazar a sus afectos.
Viven en distintas partes del país y del mundo donde hay circulación del virus. pero no se olvidan de su querido pueblo.
Desde Italia, Chacho y Capital Federal, tres freyrenses consultados por LA VOZ DE SAN JUSTO cuentan como viven la cuarentena y en medio de la misma, los sentimientos encontrados y las ganas de volver a visitar a sus afectos, en su pueblo natal.
Si bien las raíces tiran en estos momentos de encierro donde las emociones están a flor de piel, recuerdan lo mejor del pueblo que los vio nacer.
Belén:
"Esperamos ansiosos que
se levante la cuarentena para
volver a Freyre"
Belén espera volver a Freyre a abrazar a los suyos
"Antes de la cuarentena viajábamos
habitualmente a Freyre, al menos seis veces al año. Ahora no se cuando podremos
volver", manifestó María Belén Grosso (44), quien vive Capital Federal junto a
su esposo y sus dos hijos.
Si bien dejó Freyre a sus 18 años cuando se fue a estudiar a Córdoba y luego a vivir a Buenos Aires, a un barrio (Villa Pueyrredón) donde hay "un sentido de comunidad bastante arraigado", las diferencias en las grandes ciudades en medio de la pandemia son notables.
"Sabemos que allá (por su pueblo natal) los chicos al menos pueden saludar a sus abuelos desde la ventana. Acá no, porque la mayoría de los adultos mayores viven en edificios", comentó.
De hecho sus hijos son los que esperan más ansiosos poder visitar a sus abuelos freyrenses. "El otro día mi hijo más chico me dijo ´que lindo sería subirnos al auto e irnos a Freyre", contó.
Asimismo sostuvo que "la principal angustia es no saber cuando termina esto, si es que termina".
Belén es fotógrafa y se dedica a la fotografía corporativa y de prensa. Si bien no ha dejado de trabajar durante el aislamiento, su tiempo libre creció y decidió ocuparlo de manera solidaria. "Hay mucha gente que la está pasando muy mal, por lo que en el barrio se hace una olla popular todos los martes y viernes y voy a cocinar", contó.
Aseguró que la necesidad no se limita a las villas del conurbano bonaerense sino que en capital también. "Conozco familias de la escuela de mis hijos que jamás imaginé iban a tener que pedir un plato de comida y lo están haciendo", expresó.
De hecho, contó que comenzaron haciendo 50 raciones de comida y ahora entregan 140.
Mariano, desde Italia: "Más allá del encierro, uno siempre extraña"
"El que dice que no extraña, para mi está mintiendo", reconoció Mariano Bruera
Mariano Bruera (32), vive desde hace un año y medio en Graglia, una comuna italiana de la provincia de Biella, en la región de Piamonte. Se trata de un pequeño pueblo de 1.500 habitantes donde el joven se desempeña como empleado rural.
Si bien hoy la curva de contagios se aplanó, se trata de una de las regiones más afectadas por el coronavirus. "Al principio daba miedo, dejé de mirar televisión porque todos los días daban cuenta de más de 2.000 contagios y 850 muertes", lamentó el freyrense desde Italia en diálogo con nuestro diario.
Si bien se trata de una actividad exceptuada por la cuarentena, el joven recién salió a pedalear (su hobbie), después de 60 días de aislamiento. "Mi cuarentena fue más llevadera que otros que ni siquiera salían a trabajar", comentó Mariano.
El joven que trabajó durante 15 años en Manfrey aseguró que "me fui de Freyre por un cambio de vida. Siempre estuvo en mi cabeza venir a vivir a Europa".
No obstante reconoce que más allá de esta situación del coronavirus "uno siempre extraña sus raíces"-
"Más allá del encierro, uno siempre extraña. El que dice lo contrario, para mi está mintiendo", continuó.
"Soy muy familiero, de hecho hablo casi todos los días con mis padres y hermanas y no veo las horas de que pase todo esto para volver a verlos", manifestó Bruera.
Su anhelo es poder viajar a Freyre también para conocer a su primer sobrino, siendo que una de sus dos hermanas está embarazada. Pese a la pandemia, aún no puede hacerlo porque está tramitando su ciudadanía.
"No puedo salir del país porque estoy con los trámites de ciudadanía, pero igual no veo las horas que todo esto pase para volver a verlos", sostuvo.
Finalmente expresó que "rezamos todos los días por la Argentina, para que no pase lo mismo que acá".
Gastón: desde Chaco extraña la paz de su pueblo
Gastón Luppo junto a su familia chaqueña
"Soy mitad chaqueño y mitad freyrense", asegura Gastón Luppo que vive desde hace más de 20 años en Resistencia, Chaco. Es encargado de la sucursal Manfrey en esa ciudad y confiesa que lo que más extraña de su pueblo es la paz y tranquilidad.
"Además de la familia y los afectos, se extraña la tranquilidad del pueblo. Acá, el ritmo de vida es diferente, los horarios son siempre ajustados y estás todos los días a mil", señaló Luppo.
"Además, el tránsito es un caos", sostuvo. La vida de pueblo, donde todos se conocer es también una de las cosas más arraigadas de Freyre. "Allá nos conocemos todos, en estas ciudades grandes, es ´hola y chau´", comentó.
Luppo visitó Freyre por última vez en febrero, un mes antes de que se decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio. "Normalmente suelo ir cada tres o cuatro meses. En febrero fuimos por última vez y veremos cuando podemos volver", sostuvo.
"Mis hijos esperan el momento para poder viajar ya que allá están sus abuelos, tíos y primos y extrañan mucho", concluyó.