El comercio de Arroyito que se anima a la inclusión
Dejando de lado el prejuicio y el miedo, Luis Rolando, comerciante arroyitense, se convirtió en ejemplo de inclusión laboral brindando empleo a una ex alumna de la escuela especial de esta ciudad. Asegura que el beneficio es mutuo ya que "estos chicos aportan un aire distinto al ámbito de trabajo". Convocó a la comunidad a "abrir sus puertas" a personas con discapacidad.
La joven arroyitense Erica Ferrero (21 años), ex alumna de la escuela especial "Dra. Carolina Tobar García" de Arroyito comenzó en julio a trabajar en un reconocido bazar de la ciudad, donde le abrieron las puertas. Mediante el plan provincial "Por Mí", la joven realiza actividades que le permiten superarse tanto en lo personal como en lo laboral.
Su propio empuje, el deseo y la necesidad de trabajar la llevó a buscar esta oportunidad, siendo que además es madre soltera.
Mucho tuvo que ver su formación en la escuela, y el compromiso social de este comerciante local que venció sus miedos y prejuicios a la hora de brindarle igualdad de oportunidades a esta joven con discapacidad.
Erica comenzó en julio a trabajar en el reconocido bazar de Arroyito
Es que en 2017, Erica había realizado su pasantía educativa demostrando su capacidad de trabajo, responsabilidad y compromiso lo que dos años más tarde le permitió ganarse un lugar en "el Gran Bazar", del arroyitense Luis Rolando. El comerciante local se convirtió en un ejemplo de inclusión en el ámbito laboral ya que además es una de las empresas que recibe a los alumnos de la escuela especial para que realicen su pasantía.
Rolando: "Tenemos una debilidad por ayudar a la educación"
"En la ciudad, la escuela especial es muy querida y está muy presente en la comunidad, lo que nos genera como vecinos y comerciantes, un compromiso social muy grande en ayudarlos y acompañarlos en los procesos de crecimiento", manifestó Rolando en declaraciones a LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Tenemos una debilidad por ayudar a la educación y este cariño a la escuela es lo que nos llevó a pensar en brindar oportunidades a aquellos que más les cuesta ser incluídos en la sociedad", reflexionó.
En este camino, mucho tuvo que ver la sensibilización y concientización que le aportó una de sus hijas, hoy docente de la escuela especial. "Desde hace tres años, una de mis hijas trabaja en la escuela Tobar García y gracias a sus charlas acerca de las realidades que vive la institución, el abordaje de los chicos, fui tomando más confianza", manifestó Rolando.
"Las docentes y el equipo docente tienen muy bien criterio a la hora de reconocer las habilidades y las posibilidades de los chicos, y también las nuestras. Es por eso que ofrecí mi comercio para recibir a los alumnos de la escuela especial para hacer sus pasantías", comentó.
La joven junto a sus compañeros de trabajo
Un aire diferente
Érica fue una de ellas. "La experiencia es muy fructífera en aquel entonces. Nos sorprendió gratamente su desempeño, su forma de trabajar, su responsabilidad y su compromiso, dándonos una lección a todos, siendo que era la más puntual, la primera en llegar y siempre dispuesta a colaborar en lo que se necesite", expresó el comerciante arroyitense.
Asimismo, definió esta posibilidad como "muy rica" y beneficiosa para ambas partes. "Haciendo muy poco desde nuestro lado, podemos ayudar mucho, pero lo interesante de todo esto es que el beneficio es mutuo, porque ella promueve un aire distinto en el ambiente de trabajo".
En cuanto a la labor que desempeña Erica, el titular del negocio familiar que cuenta con vasta trayectoria en la ciudad dijo que "como todo empleado tiene un rol, un puesto y un perfil de trabajo definido".
Inclusive remarcó que "fue ella misma la que se acercó a pedirnos esta posibilidad, lo cual denota de sus ganas de trabajar". Así, desde julio, Érica concurre al bazar de lunes a viernes de 8.15 a 12.15
"Me sorprende su capacidad de adaptación y su crecimiento. Me da mucha satisfacción ver su progreso", remarcó Rolando respecto del desempeño de Erica.
Vencer los miedos y abrirse a la necesidades
Rolando, de 58 años, reconoce que la inclusión de los chicos con discapacidad era un tema tabú en su generación, "donde los padres no nos hablaban del tema, e inclusive a los propios familiares de los chicos con discapacidad les costaba insertarlos en la sociedad, por el prejuicio y la discriminación que había hacia ellos".
"Hoy, por suerte, las cosas cambiaron y muchos de esos prejuicios y miedos se vencieron, aunque todavía queda mucho por hacer, sobre todo en comunidades chicas como la nuestra".
Finalmente reflexionó: "como empresarios locales debemos abrirnos a las necesidades de la sociedad. Si bien no podemos solucionar todo, debemos hacer foco en las instituciones y acompañarlas".
"A veces, con una mínima colaboración, ellos hacen mucho. Y no tenemos dudas de que este aporte vuelve a la sociedad", concluyó.
Erica tiene 21 años, es madre soltera y
su esfuerzo por crecer y superarse día a día no tiene barreras. Reparte muy
bien sus horas del día para poder cumplir con su compromiso laboral, la crianza
de su pequeño hijo de 15 meses y el aprendizaje de nuevos oficios . Recientemente se recibió de maquilladora
y ahora incursiona en otros cursos de belleza para estar acorde a las nuevas técnicas
tales como permanente de pestañas, uñas, entre otras. "En el bazar me tratan muy bien, son muy
buena gente", aseguró la joven Erica. "Durante mi pasantía aprendí mucho y sigo
aprendiendo", continuó y aseguró que le gustaría en un futuro tener un empleo
en blanco en este lugar. "Todo mi esfuerzo apunta a que algún día pueda quedar
efectiva", dijo. Erica se ocupa de la atención al cliente,
entrega y control de mercadería y tareas de limpieza, aunque siempre está
dispuesta a realizar "lo que se necesite" . La joven se siente "una privilegiada" con
esta oportunidad, ya que "muchos de mis compañeros no tuvieron la misma suerte
a la hora de salir a buscar un trabajo". Asimismo destacó el apoyo de su familia
para poder cumplir con sus obligaciones laborales y seguir estudiando. "Mi mamá
me cuida el bebé cuando voy a trabajar o estudiar". En cuanto a su presente, Erica contó que "me
recibí hace poco de maquilladora pero nunca dejo de estudiar. Ahora estoy
aprendiendo a hacer permanente de pestañas y espero que me llamen para hacer
mis primeros trabajos".Erica,
un ejemplo de
que "sí se puede"