Duhalde valoró a De la Rúa y analizó que su adhesión a la convertibilidad generó descontento social.
"La desaparición física de Fernando de la Rúa nos abre a un espacio de reflexión obligado sobre los últimos 50 años de la historia argentina", señaló el ex presidente Dhualde.
El ex
presidente Eduardo Duhalde publicó hoy una nota de "reflexión" tras
la desaparición física del ex jefe de Estado Fernando de la Rúa, donde valoró
el apego del dirigente radical a las "convicciones" democráticas, al
tiempo que analizó que su adhesión "sin cortapisas a la
convertibilidad" generó luego "descontento social".
"La
desaparición física de Fernando de la Rúa nos abre a un espacio de reflexión
obligado sobre los últimos 50 años de la historia argentina", comienza
Duhalde en su escrito publicado en el diario La Nación.
El ex
gobernador de la provincia de Buenos Aires recuerda que De la Rúa fue elegido
senador por la Capital Federal en 1973 y que fue candidato a vicepresidente de
la formula que encabezaba Ricardo Balbín.
"Desde
ese momento en adelante, la política argentina lo tuvo siempre como
protagonista", aseveró, tras calificarlo como un "hombre de
convicciones sólidas y marcada fe democrática", que fue elegido "jefe
de Gobierno de la ciudad en 1996", y cuyo " desempeño en ese
cargo" le "valió la candidatura a la presidencia de la Nación",
donde triunfó en 1999.
"Su
gestión se inició enmarcada en una enorme expectativa de cambios
positivos", y su "estilo reservado" fue, "en un principio,
valorado positivamente frente a los gestos espectaculares a los que nos tenía
acostumbrados el gobierno anterior, pero se fue llenando lentamente de
contenidos negativos", interpretó Duhalde.
"Su
adhesión sin cortapisas a la convertibilidad, que ya desde el final del
gobierno anterior daba claros síntomas de agotamiento; el déficit fiscal que
heredó, y que se financiaba con un elevado nivel de endeudamiento externo que
se combinó con un aumento de la recesión económica, generaron un creciente
ambiente de descontento social", dijo.
Y
agregó que "ese clima se acrecentó con las decisiones de la breve gestión
de Ricardo López Murphy como ministro de Economía, y el nombramiento de Domingo
Cavallo como su reemplazante".
"De
allí en más, todo fue desbarrancándose. Junto a (Rául) Alfonsín constituimos
por esos días el Movimiento Productivo Argentino y elaboramos un plan, que le
presentamos junto con las dos CGT, con la idea de apoyar al gobierno si este
decidía abandonar la convertibilidad y dar lugar a un plan que liberara las
fuerzas productivas del país, a las que el corsé del uno a uno paralizaba de
manera ya insostenible", recordó Duhalde.
Y
destacó: "Nos encontramos en ese momento, en las pocas veces que tuvimos
acceso a él, con un De la Rúa dubitativo, ausente, más un espectador que un
protagonista".
"En
pocos días las protestas callejeras, el caos económico y la pérdida de apoyo
político derrumbaron la presidencia de De la Rúa".
Además,
señaló "la imagen del helicóptero en el que abandonó la Casa de Gobierno
como símbolo de la pérdida de la ilusión con la que el gobierno de la Alianza
había comenzado".
Por lo
que consideró que "quizás este momento, el del adiós, sea el más adecuado
para corregir ese error y subrayar que, por encima de errores y vacilaciones
circunstanciales, Fernando de la Rúa fue un gran argentino, un hombre humilde y
valiente que llevó adelante con sinceridad y firmeza sus convicciones".
"Y
cuya intachable vida personal, de familia y amigos, y su trayectoria pública,
quedan como testimonio indiscutido de sus méritos como ciudadano destacado de
la Nación", finalizó.