Donaciones en tiempo de pandemia, para conservar y valorar nuestra historia
En medio del distanciamiento social por Covid, vecinos de la ciudad sumaron sus aportes a través de donaciones que han permitido aumentar el patrimonio del Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región.
En este año muy particular, cuando el Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región, planeaba tener un período de variadas actividades como preludio a la conmemoración de su primer cuarto de siglo, que será el 1 de marzo de 2021, la pandemia de Covid 19 vino a postergar todo lo pensado, menos el entusiasmo por seguir lo que se previó, hace mucho tiempo, allá por 1996 cuando se originó para cumplir la misión de promover el estudio, la conservación y la difusión de la historia de San Francisco y la amplia región que la rodea, tanto en las provincias de Córdoba como de Santa Fe.
Así como los miembros del AGM, ni bien las condiciones se dieron para trabajar internamente, volvieron a sus tareas o las continuaron desde sus domicilios, vecinos de la ciudad sumaron sus aportes a través de donaciones que han permitido aumentar el patrimonio de la institución -en síntesis el patrimonio histórico-cultural de la ciudad-, que podrán ser apreciados, cada uno con sus historias propias cuando, el año venidero se puedan volver a abrir las puertas para las visitas del público y los estudiantes.
Hoy, justo cuando la ciudad conmemora, también en forma singular, su 134º aniversario, se valoran más esas donaciones llegadas en los últimos meses, porque pertenecen a diferentes orígenes, distintas épocas y variadas actividades.
Explicar, por ejemplo, que ahora aguardan las visitas nuevos objetos de gran valor e interés, nos lleva a comentar que en las salas habrá como novedad un carruaje tipo "break"; una moto Puma de los años ´50; un púlpito, un banco y un armonio electrónico de la Iglesia Bautista Ministerio de la Gracia de Cristo; el sillón de peluquería de Gayetano Mazurco, quien ejerció la profesión más 80 años, además de libros de antiguas colecciones, muñecas, proyectores de diapositivas y otros elementos que podrán ilustrar desde ya, y en el futuro, a quienes lo requieran en el ámbito del Museo Histórico, con el respaldo documental del Archivo Gráfico, la Biblioteca de Autores Locales y Regionales, la Hemeroteca, la Discoteca y el Archivo Audiovisual, refuncionalizados.
En rápido repaso a esos bienes antes descriptos, y a modo de balance solo de algunos elementos donados, mencionamos un carruaje break, que es un vehículo de cuatro ruedas que cuenta con un asiento delantero para dos personas y, detrás, dos asientos laterales para cuatro pasajeros. Posee una pequeña puerta trasera y estribos para subir por la parte posterior, además de estar preparado para ser tirado por dos caballos.
Este vehículo fue donado por Juan Carlos Bruno, quien lo adquirió a comienzos del siglo XXI, a la familia Salvagno, antigua pobladora de la zona de Colonia Iturraspe. Por lo que se pudo averiguar, el carruaje que no tiene marca de su fabricante, estuvo en esa familia desde la década de 1920, lo que nos pone ante un rodado casi centenario. Bruno, en actitud ejemplar, decidió donarlo al Archivo Gráfico y Museo Histórico, para que sea testimonio de las vivencias de nuestros antecesores.
Por otra parte, Daniel Sánchez, conocido óptico y artesano, decidió donar uno de los más preciados bienes de su juventud: su moto Puma con motor Sachs 98cc, preparada, con la que en un tiempo trabajó y en otros, efectuó viajes de muchos kilómetros en encuentros de motoqueros. Todo un testimonio de una forma de esparcimiento para quienes gustaban, en décadas pasadas, de la mecánica y la vida al aire libre. La moto que es modelo 1958, fue adquirida por Sánchez en 1985.
Pasando al terreno religioso, la Iglesia Bautista Ministerio de la Gracia de Cristo, que fue, originalmente, la segunda iglesia Bautista de la ciudad, conocida como Eben Ezer, fundada en 1953 y con sede en calle Larrea 512 en barrio Sarmiento, donó un púlpito y un banco de madera que pertenecieron a su templo y un armonio electrónico de la década de 1970, elementos que se suman a los testimonios de la Iglesia Católica y el culto judío en San Francisco y permiten conocer sobre la diversidad de cultos en la historia ciudadana.
Cerrando esta serie de donativos, Gayetano Mazurco, con su familia, decidieron que el sillón marca "Uriarte", fabricado en Rosario, que lo acompañó tantas décadas en su peluquería en la primera cuadra de calle General Paz, sea ahora parte de la historia local en el Museo sanfrancisqueño. ¿Contará, alguna anécdota de tantos y tantos clientes que confiaron su cabellera a las manos, tijeras e ingenio de Gayetano en cada corte?
Libros donados
Entre los libros que se sumaron a la Biblioteca, se cuentan ejemplares de historia argentina editados en el Centenario de la Revolución de Mayo y, de la misma época, un tomo de información del Ferrocarril Central Córdoba, donados por Aurora Bruno de Pedrotti; "La República en su Centenario", de Manuel Chueco y "México a través de los siglos", Alfredo Chavero, donados por la familia del escribano Carlos Doliani y una colección de 18 tomos de la Nueva Geografía Universal, del año 1917, donada por Beatriz Mazzola y Jorge Vercellone.
Agradecimiento
El Archivo Gráfico y Museo Histórico, a la vez que agradece estas donaciones y muchas otras que aquí no llegan a mencionarse, hace un especial reconocimiento a sus adherentes que desde hace muchos años vienen apoyando con sus aportes la labor que se desarrolla. Esa ayuda, en este tiempo de nula actividad con las delegaciones estudiantiles, es fundamental para seguir ejecutando este emprendimiento.