“Damas”, de Adriana Allende, llega al Teatrillo Municipal
La obra que en 2018 conquistó al público, vuelve a escena el próximo viernes.
El grupo de teatro "La Puerta" presentará en el Teatrillo Municipal de San Francisco la obra "Damas", de Adriana Allende.
La función se llevará a cabo el próximo viernes 21 de junio a partir de las 21. Las entadas anticipadas podrán adquirirse en Saber Libros, avenida del Libertador (N) esquina Cabrera, a 150 pesos o bien en la boletería del Teatrillo, a 200 pesos.
El elenco está integrado por Verónica Gieco, Marisel Bruno, Cecilia Passamonte, Laura Granado, Alejandra Zonghetti y María Inés Sorasio. La dirección es de Carlos Dante Pioli, fotografía y escenografía a cargo de Malú Di Donato, diseño de publicidad Fabiana Sorasio, edición de video Ana Paula Serrano y pelucas de la estilista Carina Scarel.
La obra
"Damas" narra las desventuras de seis mujeres que han quedado atrapadas en el baño de una estación de servicio abandonados mientras se dirigían al santuario del Gauchito Gil.
El micro que las traslada las dejó en medio de la ruta y no puedieron comunicarse con sus familias porque sus teléfonos celulares perdieron toda señal. Como si fuese poco, aquel encierro se debe a que fuera de la estación merodea una jauría de perros hambrientos.
Desde que se inicia la obra, las seis mujeres están encerradas en el baño planeando la manera de escapar sin ser atrapadas por los perros. Pasan las horas y el único contacto con el exterior es una radio a pilas a través de la cual escuchan el informativo de una emisora local. El resto del tiempo no tienen más remedio que hablar entre ellas, con lo cual se irá devalando el temperamento de cada personaje.
Habrá peleas, confidencias, disertaciones sobre el rol de los hombres, momentos de oración y hasta pasos de baile para matar el tiempo. Todo siempre desde el humor y la caricaturización como principal herramienta para que el público se divierta y pase un buen momento.
La desolación que reina entre esas cuatro paredes se verá alterada cuando, a través de la radio, se enteran de que son buscadas pero no por desaparecidas sino por secuestradas. A partir de entonces se teje una serie de conjeturas sobre el chofer del micro que las abandonó y la preocupación de sus familiares que se acercan a la radio para clamar por su liberación, cuando en realidad ellas se encuentran sanas y salvas.
Tal es la angustia por sus vidas rutinarias y sin ninguna emoción más que cocinarles a sus maridos y atender a sus hijos, que la idea del secuestro comienza a resultarles conveniente, porque por primera vez en su vida se sienten libres y que alguien se preocupa por ellas.