Cuatreros volvieron a robar vaquillonas en “La Alborada”
Se trata del tambo de la familia Pozzi, de nuestra ciudad, que está ubicado en inmediaciones de barrio Acapulco. Esta vez fueron cuatro, aparentemente para faenar.
Nuevamente delincuentes ingresaron entre la noche de lunes y madrugada de este martes al establecimiento rural propiedad de la familia Pozzi, de nuestra ciudad, y se llevaron cuatro vaquillonas.
El campo está situado a un kilómetro de barrio Acapulco, en jurisdicción de Josefina, a la vera del camino interprovincial.
Francisco Pozzi, uno de los propietarios del establecimiento "La Alborada" con 50 años de trayectoria, confirmó el robo a LA VOZ DE SAN JUSTO: "Esto lo venimos sufriendo hace años, con el mismo modus operandi. Después de la lluvia, sobre todo estos años, ocurre en esta época", explicó.
Pozzi aclaró que cortan los alambres y luego se llevan los animales "acarreándolos" hasta la zona de Acapulco, donde terminan faenados. Sostuvo que se enteraron este martes por la mañana cuando contaron la hacienda y notaron el faltante.
El entrevistado contó que aprovechan estas condiciones del tiempo para actuar: "Son cuatro familias las que viven allí, pero durante la noche, con la lluvia es difícil salir o escuchar", señaló.
Esta no es la primera vez que la familia Pozzi sufre un robo de este tipo. El pasado 23 de octubre, también en una jornada lluviosa, le llevaron otros cuatro animales, siendo dos ellos faenados. En noviembre del año pasado, en tanto, sufrió el robo de seis vaquillonas.
El tambo tiene más de 50 años de existencia y desde hace por lo menos 15, sufre robos de este tipo. Sobre todo en épocas de crisis económicas. "Una vez me mataron una vaca en el mismo campo y se llevaron una de las patas en bicicleta", ejemplificó.
Se trata de animales de gran valor económico ya que una vaquillona de este tipo cuesta alrededor de 45 mil pesos.
Pozzi sostuvo que habló con personal de la guardia rural "Los Pumas" para llegar hasta el lugar pero le informaron que no tenían vehículo y que había solo una persona en el destacamento.
Por último, analizando la situación, sostuvo: "Sinceramente no sabemos qué hacer, uno hace el esfuerzo para llevar adelante un negocio que no es tan rentable y que podemos subsidiar con otras actividades, pero esto te saca las ganas de seguir trabajando", cerró.