Crece el autocine como alternativa para los fans del séptimo arte en tiempos de coronavirus
El formato, que parecía casi extinto y circunscripto a unas pocas experiencias puntuales ganó un fuerte impulso como alternativa de entretenimiento seguro en épocas difíciles.
Dos autocines comenzaron a funcionar este fin de semana, uno en la ciudad bonaerense de La Plata y otro en el barrio porteño de Núñez, y varios otros se sumarán en las próximas semanas para ampliar la creciente oferta que la gran pantalla puede darle a los fans del séptimo arte en tiempos de pandemia y aislamiento social.
El formato, que parecía casi extinto y circunscripto a unas pocas experiencias puntuales, o a su retrato nostálgico en legendarias películas ambientadas en los '50 estadounidenses como "Grease" o "American Graffitti", ganó un fuerte impulso como alternativa de entretenimiento seguro en épocas difíciles.
Con cientos de salas cerradas en todo el planeta, rápidamente comenzaron a aparecer opciones para que el público pudiera seguir en contacto con el cine, ya sea con la proyección en edificios para ver desde el balcón (como en Berlín) o la novedosa alternativa de cine flotante, para ver en botes en el lago de un parque (en Tel Aviv).
En ese contexto, por la distancia que propone a los espectadores y el confinamiento del grupo familiar dentro del vehículo, la vuelta del clásico del autocine resulta un modelo ideal.
Con varias funciones diarias y bajo estrictos protocolos de seguridad sanitaria, los nuevos autocines se suman a otros que ya habían iniciado funciones en Bella Vista, San Isidro o Hurlingham, en Buenos Aires, -en este último caso impulsado por los Bomberos Voluntarios de la localidad-.
El que funcionaba en la localidad de Escobar, en tanto, se transformará en autoteatro, explicaron fuentes oficiales.
¿Y en San Francisco?
En San Francisco, el Cine Radar permanece cerrado desde hace casi seis meses. Sin dudas es la peor crisis que la firma Las Tipas enfrenta desde que en 2011 comenzó a explotar el cine local con tres salas que tienen una capacidad de 600 butacas.
Ante la incertidumbre en cuanto a una fecha estimada de reapertura, los responsables llegaron a analizar la posibilidad del autocine; hasta ya habían pensado en posibles espacios donde desarrollarlo: el playón del hipermercado Anselmi y las instalaciones del parador ubicado sobre avenida Rosario de Santa Fe al 1500 -donde funcionaron las estaciones de servicio San Lorenzo y Eg3-. Sin embargo, de aquel anuncio en julio, no se avanzó en el proyecto.
En tanto, de concretarse, sería la primera vez que en San Francisco se pondría en marcha un autocine.