Convivir con la imprevisibilidad
Las idas y venidas en torno a los casos de coronavirus serán inevitables. Por ello, los planes de acción deben tener en cuenta la errática evolución de la pandemia. Si vivimos una realidad imprevisible en materia sanitaria, necesitamos por ello tener en cuenta esta característica para aplicar estrategias factibles de ser cumplidas.
Se habla en todo el mundo de que la humanidad deberá convivir con el virus que ha generado esta pandemia durante mucho tiempo. Por más que las vacunas salgan a la luz en los próximos meses, los especialistas estiman que continuarán los sacudones como el que hoy está viviendo San Francisco ante la aparición de muchos casos de la enfermedad y la necesidad de tomar medidas en determinados sectores para evitar que se dispare el número de contagiados.
Era una situación esperable. Así lo señaló el secretario de Gobierno municipal y así lo admiten todos quienes están involucrados en las decisiones sanitarias desde el comienzo de las medidas restrictivas. Está ocurriendo lo mismo que en otros puntos del país. En ciudades similares a la nuestra incluso es mucho más serio el panorama. Y todos quienes tienen responsabilidades de gobierno en este tiempo tan particular apelan a la responsabilidad social para evitar que el confinamiento general sea el único modo de frenar la curva de contagios, puesto que sería muy difícil adoptar esta decisión en la actualidad en virtud del hartazgo social y de las delicadísimas situaciones personales, familiares, laborales y comunitarias que se están experimentando.
El esfuerzo para "amortiguar el golpe" se hizo y contó con el apoyo mayoritario de la población. Cierto relajamiento abrió la puerta a que algunos defensores del encierro vuelvan a esgrimir sus argumentos que, en algunos casos, tendrían connotaciones ideológico - políticas y no estrictamente sanitarias. Por ello, la palabra de las autoridades municipales resume el sentido común con el que debe enfrentarse esta nueva circunstancia: Se ha trabajado muchísimo para que se vayan flexibilizando nuevas actividades de manera permanente. Por ahora no se habló de ninguna vuelta atrás en las fases. Vamos a tratar de que esto trascienda equilibrando el cuidado de la gente y el cuidado de las actividades económicas que funcionan en la ciudad", señaló el secretario de Gobierno.
Precisamente, más allá de algunas medidas puntuales de restricción, es lo que ha ocurrido en otras poblaciones similares. Por caso, en Río Cuarto, se apunta a que a que la cantidad de casos de Covid-19 se amesete y que no se dispare el número de contagios. "Eso no quiere decir que la curva baje, sino que mantengamos la misma cantidad de casos diarios. En algún momento, van a bajar, pero también vamos a tener brotes como está teniendo Europa. La curva va a ser en serrucho, como pasa en varios lugares. Va a haber momentos en los que tengamos un mayor número de casos y momentos en los que van a bajar", explicó el secretario de Salud de ese municipio del sur cordobés a nuestro colega Puntal.
Estos conceptos se asientan en la misma lógica. Existe ya el convencimiento de que las idas y venidas en torno a los casos de coronavirus serán inevitables. Por ello, los planes de acción deben tener en cuenta la errática evolución de la pandemia. Si vivimos una realidad imprevisible en materia sanitaria, necesitamos por ello tener en cuenta esta característica para aplicar estrategias factibles de ser cumplidas.