Confirman que el suicida que atentó contra el subte de San Petersburgo era ruso
El Kremlin confirmó hoy que el ataque de ayer en el subterráneo de San Petersburgo, que causó 14 muertos, fue obra de un atacante suicida de 22 años.
El Kremlin confirmó hoy que el ataque de ayer en el subterráneo de San Petersburgo, que causó 14 muertos, fue obra de un atacante suicida de 22 años, al que identificó como un ciudadano ruso de origen kirguís, Akbarzhon Dzhalílov, que también había colocado un explosivo en otra estación.
La información fue difundida por la Comisión Investigadora de Rusia (CIR), y confirmó un anuncio previo de los servicios secretos de Kirguistán.
La CIR explicó además que según los análisis genéticos y las imágenes de las cámaras de seguridad, Dzhalílov fue también el que colocó un segundo artefacto explosivo en otra estación del metro, que fue desactivado por la policía.
Hoy, el gobierno ruso había considerado que el ataque representaba "un desafío para el pueblo ruso y para el presidente, Vladimir Putin".
Durante una conferencia de prensa con medios locales, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, evaluó que "cada acto terrorista que ocurre en el país es un desafío para cada ruso, incluido el jefe del Estado", y admitió que el hecho de que haya sucedido cuando el mandatario estaba en esa ciudad "da que pensar".
Peskov subrayó que, sea como sea, las autoridades rusas seguirán reforzando la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones y recordó la "muy firme postura" del jefe del Kremlin en esa lucha.
"Todos saben que, lamentablemente, ningún país en el mundo es inmune al terrorismo. Pero eso no significa en absoluto que alguien vaya a debilitar la lucha contra ese monstruoso mal", dijo.
Peskov, al mismo tiempo, no descartó solicitar la cooperación de otros países para esclarecer el atentado.
"Rusia, al igual que otros países, se encuentra en la primera línea de la lucha contra el terrorismo internacional", afirmó, y agregó que "ningún país en el mundo ha podido hasta ahora en solitario derrotar al terrorismo".
La identificación ya se había efectuado antes, pero se había mantenido en reserva para facilitar la correcta realización de la investigación, informaron las agencias de noticias DPA y EFE.
"El artefacto explosivo pudo ser activado por un hombre, cuyos restos se encontraron en el tercer vagón del tren. Su identidad ha sido establecida", dijo Svetlana Petrenko, portavoz de la CIR, a medios locales.
"En estos momentos los investigadores continúan los interrogatorios y las labores de inspección, incluido de las grabaciones de las cámaras de seguridad", agregó.
Ayer, a las 14:40 hora local (08:40 hora argentina) una bomba, presumiblemente confeccionada con un kilo de explosivos, estalló en un vagón que ingresaba a la estación Sennaya Ploschadel del subte de la ciudad de San Petersburgo, la segunda más grande de Rusia y antigua capital imperial.
La cantidad de víctimas del ataque, que no fue reivindicado por ningún grupo armado, ascendió hoy a 14 muertos, mientras que los heridos son medio centenar, según informó el Ministerio de Salud ruso.
Tras la explosión, las fuerzas de seguridad hallaron una segunda bomba en una estación cercana.
La policía rusa encontró rápidamente una pista de que el atacante podría ser un joven proveniente de la ex república soviética de Kirguistán, pero retuvo la información.
Peskov ratificó luego la línea de investigación, al asegurar que seguía barajándose la posibilidad de que el atentado fuera cometido por un terrorista suicida, como ocurriera en los perpetrados en 2010 en el metro de Moscú, donde murieron 34 personas.
Los servicios secretos de Kirguistán también habían indicado que todo apunta a que un ciudadano oriundo de esa república centroasiática podría ser el autor del atentado.
Previamente, el asunto fue abordado hoy en Moscú por el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y su colega kirguís, Erlan Abdildaev, quien condenó firmemente el atentado terrorista.
Abdildaev, por otro lado, consideró prematuro asegurar que el atacante era miembro del Estado Islámico, a lo que Lavrov añadió que es "cínico" calificar el atentado de "venganza" por la intervención rusa en Siria.
"El terrorismo es un crimen contra toda la humanidad y contra todas las religiones", dijo el canciller ruso, quien llamó a aunar fuerzas contra el terrorismo internacional y dejar de utilizar a grupos terroristas para lograr réditos políticos.
En prevención de nuevos atentados, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad en toda la ciudad, al igual que en la capital del país, sea en los nudos de transporte o en edificios públicos, como en plazas, escuelas o guarderías.
En el marco de este operativo, se dispuso nuevamente el cierre de la estación de subte Sennaya Ploschad, en cuyo túnel se produjo el lunes el atentado.
"A las 11.21 hora local se cerraron los accesos a Sennaya Ploschad para inspeccionar la estación tras un aviso anónimo de bomba", informó la fuente a medios locales.
Mientras duró el operativo, los trenes pasaron de largo por dicha estación, una de las más concurridas del metro de la antigua capital zarista, mientras que frente a la estación se han concentrado numerosos coches de bomberos, servicios de emergencia y equipos de la brigada de explosivos, consignaron medios locales. (Térlam)