Cómo mantener y manipular alimentos para evitar enfermedades de verano
Con las altas temperaturas, la comida y el agua se debe conservar de manera correcta respetando la cadena de frío y su higiene al trasladar y preparar cualquier tipo de alimento.
Con las elevadas temperaturas si no se conservan o se tratan bien, la comida y el agua pueden ser reservorios de bacterias que ocasionan patologías como sindrome urémico hemolítico (SUH), salmonellosis, triquinosis, gastroenteritis, entre otras.
Aunque realiza chequeos durante todo el año, en los meses de verano la División de Control Alimentario de la Secretaría de Salud intensifica los controles para evitar la propagación de enfermedades.
Realizan chequeos en las piletas, cantinas, en establecimientos que elaboran alimentos y en la Peatonal de la 25. Desde el área informaron que hasta el momento no hay problemas en la ciudad en ese sentido. Asimismo brindaron recomendaciones a la hora de comprar y manipular alimentos para evitar consecuencias en la salud.
La jefa de la División de Control Alimentario de la Secretaría de Salud, Silvia Rufino afirmó a LA VOZ DE SAN JUSTO que lo fundamental para la buena conservación de los alimentos es respetar la cadena de frío, además de la higiene al manipularlos y prepararlos.
"Trabajamos bastante bien con los establecimientos y notamos que hay más conciencia porque también hace cinco años que estamos realizando cursos de manipulación de alimentos, para poder sacar el carné sanitario tienen la obligación de realizar una capacitación sobre buenas prácticas", recordó Rufino.
Aclaró que de todas maneras "hay tener en cuenta que los accidentes pueden ocurrir pero no puede ocurrir la imprudencias como dejar los alimentos fuera de la heladera. Los alimentos no pueden estar más de dos horas fuera de la heladera, si salimos hay que guardarlos en una conservadora con hielo".
Control en piletas
En cuanto a las piletas, Rufino explicó que los controles consisten en realizar análisis del agua de los natatorios para determinar que los tratamientos sean los adecuados y que niños y adultos puedan bañarse sin riesgo de contraer conjuntivitis o problemas en la piel.
"Se toman muestras de agua y en el laboratorio se buscan microorganismos en el agua. Cuando el tratamiento es el adecuado con la cantidad de cloro, filtro y limpieza, no debemos encontrar microorganismos", explicó.
Cuidado con la carne
En San Francisco no se dectectó ningún caso de sindrome urémico hemolítico (SUH), enfermedad causada por un grupo de bacterias (escherichia coli), que afecta principalmente a niños y niñas, pero también puede presentarse en adultos mayores y personas que tienen bajas las defensas.
De todas maneras desde Control Alimentario recordaron la importancia de tener en cuenta la cocción de las carnes y el control de dónde se compra la materia prima.
"La carne tiene contaminación microbiológica pero dependerá de dónde se compre, por eso hay que hacerlo en establecimientos habilitados, lamentablemente se ofrecen productos a menor precio que no pasaron por ningún control", dijo Rufino quien recordó que desde el área se trabaja en el programa de Carnicerías Saludables para prevenir.
También hay que tener en cuenta a los lácteos y la cadena de frío. "Si notamos que la temperatura de mi mano no siente el fresco de la heladera se aconseja no comprarlo ni consumirlo -advirtió- porque si tuvo cortes de cadena de frío el producto se degrada internamente y luego ese proceso se desarrolla en el organismo"
Aseguró que existen pequeños establecimientos que elaboran productos lácteos que no están habilitados. "Se venden quesos sin rotulación, despintados y eso no está garantizando que ese producto lácteo esté pasteurizado", alertó.
Comprar embutidos habilitados
Otra enfermedad que puede aparecer es la triquinosis, una enfermedad parasitaria causada por un nematodo del género Trichinella, que se adquiere al consumir carne con larvas del parásito. Presenta síntomas gastrointestinales (diarrea), dolor muscular y articular.
En ese sentido, la jefa de Control Alimentario aconsejó no comprar ni consumir embutidos o quesos que se venden sin rotulación o en lugares no habilitados. "Muchos productos se venden en canastos especialmente en lugares turísticos y los chorizos pueden ser riesgosos por la triquinosis. En el caso del SUH, si cocinamos bien la carne no hay problemas pero en el caso de los embutidos, que suelen estar de buen color y sabor, pueden tener el parásito de la triquinosis si no se les hizo el análisis correspondiente", explicó.
Agregó que hubo muchos más de 80 casos en otras localidades de triquinosis por carneadas que se hacen de forma clandestina sin controles. Por eso le sugerimos a la gente de campo que hace las carneadas que hagan los análisis de la triquina.
El huevo, otro alimento de cuidado
El huevo también es un alimento de cuidado especialmente en el verano. Los huevos frescos, aún los que tienen cáscaras limpias sin rajaduras, contienen bacterias llamadas Salmonella, que pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos, a menudo llamadas "intoxicación alimentaria".
Los huevos pueden dejarse fuera de la heladera pero no por un tiempo prolongado, se aconseja guardarlos en la heladera. "El huevo tiene un período corto para consumirlo, con las altas temperaturas las bacterias pueden afectarlo. Tiene una cáscara porosa y se pueden desarrollar más microorganismos de los normales. De todas maneras el huevo duro, bien cocido no provoca problemas", afirmó Rufino.
Agregó que tampoco se deben lavar los huevos, solo pasarles un trapo. "No se pueden lavar porque les entra humedad que permite que se desarrollen más los microorganismos. Todavía hay huevos que vienen de criaderos pequeños que no tienen las condiciones óptimas de comercializarse, los huevos no tienen por qué venir sucios sino limpios", detalló.