Comienza un nuevo año del Taller municipal de Escritura Creativa
En una extensa entrevista, Laura se refiriere, entre otros temas, a la modalidad de trabajo de un taller que cuenta con fieles integrantes y que, no obstante,invita a sumarse a más personas a "un diálogo que ya estaba comenzado".
El sábado 8 de abril a las 16, en las instalaciones del Área de Cultura del municipio, comienza un nuevo del Taller de Escritura Creativa, a cargo de la reconocida poeta de nuestra ciudad, Laura Pratto.
En una extensa entrevista, Laura se refiriere, entre otros temas, a la modalidad de trabajo de un taller que cuenta con fieles integrantes y que, no obstante,invita a sumarse a más personas a "un diálogo que ya estaba comenzado".
-Para quienes nunca han asistido, ¿cuál es la modalidad de la clase?
El trabajo es semipresencial: nos encontramos uno o dos sábados por mes, y las actividades que se inician en esos encuentros se completan y profundizan online a través de un grupo de Facebook exclusivo del taller.
-¿Cómo se maneja la adecuación entre los integrantes 'viejos' y los que recién comienzan?
En agradecimiento al núcleo estable que ha sostenido y acompañado el trabajo de este taller que actualmente comienza su sexto año, y también por una preferencia personal por los caminos de largo aliento, invito a quienes desean a sumarse a meterse en "un diálogo que ya estaba comenzado", así suelo decir. Pienso que con la misma naturalidad con la que en una situación similar en el mundo oral esa brecha se acorta rápidamente, así también pasa en el taller, donde quien llega encuentra los frutos de un trabajo que les son inmediatamente compartidos y a los que puede degustar tomándose sus propios tiempos.
-En términos generales, ¿cuáles son las principales falencias de los que se inician en la escritura?
Primero me sonó mal llamar falencias a determinados "sketches" que se presentan invariablemente en el escenario del taller, pero que me gusta nombrar porque son situaciones que llevan una y otra vez a reflexionar sobre la práctica. Uno muy curioso es el de aquellos que ingresan al taller haciendo alarde de "yo no escribo para que nadie me lea". Entrar a un taller es ya disponer de unas veinte personas a las que uno desea leerles, para eso ha salido del placard, ¿no? O mínimamente desea que quien coordina el grupo diga algo sobre su texto. Si con el propio reconocimiento o la propia aprobación bastara no desembocaría uno en un taller, que siempre digo que es para muchos la primera instancia de publicación: hacer público ese texto o ese deseo de escritura que hasta entonces era privado. Volviendo a la falencia, palabra que usualmente aplicamos como sinónimo de error (y por eso me parecía muy tajante tomarla), se me ocurrió buscar su etimología y ahí descubrí que es erróneo ese sentido que se le da en el habla cotidiana, porque en su origen la palabra tiene que ver con una trampa o engaño. Entonces sí, el "sketch" que acabo de citar bien podría ser una falencia: algo con lo que el aspirante a escritor se autoengaña, una declaración tramposa.
-¿Se traslada el estilo del tutor en los alumnos? De ser así, ¿en qué medida?
Idealmente esa inevitable transformación de la mirada que se da por el intercambio en un taller no debería producirse en un sentido mimético, por el cual luego las críticas hacia un coordinador de taller señalan que "todos salen escribiendo igual que Fulano". Ese es el ideal, por el cual un coordinador debería afilar cada vez su habilidad y sensibilidad para sonsacar la personalísima voz del cada integrante, sin imponer la propia pero a la vez siendo firme respecto de esas voces prefabricadas que el aspirante a escritor trae creyendo propias: esto no sos vos, pero no seas como yo. Es fácil saberlo pero todo un arte acercarse a ese ideal en la práctica.
-Como lectora, ¿te concentras por lo general en una sola obra o haces lecturas múltiples?
Preparando las actividades para el taller disfruto de las lecturas múltiples, y ahora que me he metido en una carrera nueva (la Licenciatura en Artes de la Escritura), me encuentro sumida en esa modalidad para estudiar. Pero como lectora por fuera de esos ámbitos, aflora la obsesiva que elige una cosa y hasta que no la termina no pasa a otra.
-En tu caso particular, siempre encontraste tu fuerte en la poesía, estás haciendo un viraje hacia la prosa en tu próxima obra?
Por esta carrera que te contaba que estoy iniciando me tocó escribir un inicio de novela y lo disfruté al punto de convencerme de que ahí había un proyecto para seguir, y aquí estoy una vez más pergeñando un libro de poemas y sintiendo que es en ellos donde soy lo que soy. El año pasado también incursioné en el ensayo por exigencias académicas y la búsqueda de conexiones propia de ese trabajo me resultó de lo más poética. Por otro lado, la metamorfosis de la propia poética ya es una historia en sí, como bien señaló Tamara Kamenszain al titular a su obra reunida "La novela de la poesía".