Chicas de guantes llevar
Mujeres al ring. Poder estar bien físicamente es uno de los principales objetivos que tiene hoy en día muchas sanfrancisqueñas que se inclinaron por el boxeo, pero también afirman que las disciplina un cable de descarga emocional.
Por Manuel Ruiz
La luz del sol entra fulgurante por la puerta del gimnasio de Isaac Casco, en calle Iturraspe. Son apenas pasadas las dos de la tarde e ingresan un grupo de chicas agitadas y sonrientes. Vienen hablando después de correr un par de vueltas a la manzana para entrar en calor antes de comenzar la rutina de entrenamiento dentro del recinto.
Ulises Bueno reverbera con su voz arenada desde los parlantes y las mujeres atienden concentradas lo que Casco les indica.
Calientan los brazos, las caderas, las piernas. Saltan la soga. Atrás de ellas, el cuadrilátero.
El grupo de la siesta en el gimnasio del ex pugilista sanfrancisqueño devenido en entrenador, es solo para chicas. Es jueves y hay cinco, pero suelen llegar a ocho. "Un par de chicas no vinieron hoy porque ayer fue muy fuerte el entrenamiento y hoy les dimos descanso", me dice Casco que hace ocho meses abrió su propio espacio de preparación para boxeadores, boxeadores que quieren ser y gente que encuentra en el boxeo una forma más de ejercitarse, de moverse, de descargar, eso que normalmente el deporte le hace a las personas.
"Actualmente tengo entre 15 y 20 chicas, algunas que les gustaría pelear y otras que vienen solo a hacer ejercicio porque les gusta y además, aprenden boxeo. Nadie las sube al ring si ellas no piden, y si suben, es conmigo para que ellas tiren y sepan lo que es estar arriba del ring", cuenta Casco, que se encarga de estar del otro lado de las manoplas que reciben los puños enguantados de las mujeres que se animan a cruzar las cuerdas y ganar el ring.
"A las 14 viene el grupo más grande, serán entre 8 y 10 chicas; a las 16, otras cuatro y a las 20, otras tres más aproximadamente. Son bastantes. Y de todas las edades. Hay de todas la edades. Pueden venir desde los 13 años en adelante, antes no y hasta los 60 mientras se sientan bien", explica Casco, sobre el grupo que tuvo que abrir especialmente hace dos meses para poder entrenar específicamente a las chicas que si no boxean, se cansan igual, porque como dice el entrenador, las mujeres hacen la parte más brava del boxeo, la parte física, esa que te hace doler el cuerpo entero al otro día.
El boxeo, una alternativa para las mujeres a la hora de moverse y despejarse
Rocío (15), Daniela (35), Isabel (43), Julieta (18) y Andrea (35) llegaron algunas hace dos meses, otras hace 15 días, otras hace dos. Y el motivo por el cual empezaron boxeo y que las aglomera a la siesta en el gimnasio de Isaac ("el profe", le dicen ellas) es esencialmente moverse. Hacer ejercicio.
Pero hay además causas más puntuales, personales, específicas. Andrea dice: "Yo arranqué para saber un poco más de este deporte y lo uso como descarga emocional". Y agrega: "Es una experiencia diferente. Nunca pensé que iba a llegar a hacer boxeo, pero es muy lindo hacerlo y además de todo, sirve como defensa personal".
Se sabe hay catarsis en el ir y venir de las manos hacia la bolsa llena de arena, o en el repiqueteo de los nudillos en la "perita", además de que el cuerpo siente bienestar cuando al otro día el cansancio de saltar interminablemente la soga, se va.
Golpes que alivian. Ellas se ejercitan con un saco de boxeo
El boxeo es para estas chicas -y en realidad para cualquiera- una forma más de hacer ejercicio. En vez de zumba, spinning, ir a correr a la "costanera", este grupo de mujeres decide hacer esta actividad física y siempre es un buen signo cuando se conquistan los espacios que se creían exclusivos de un grupo, en este caso hombres.
Muñecas bravas que ganan el ring