Chiara Fuentes: “Siempre supe que Gary era mi papá”
Chiara vive hoy en Capital Federal y estudia la licenciatura en Psicología en la Universidad de Buenos Aires.
El 9 de noviembre último se cumplieron 16 años de la muerte de Edgar Efraín Fuentes, más conocido como Gary. Su historia, escrita en los escenarios cordobeses y también del país, lo consagró como uno de los cantantes populares más queridos de Córdoba. Además, el artista tuvo un importante arraigo con San Francisco, ya que en su adolescencia realizó los estudios secundarios en nuestra ciudad, en el colegio Nacional San Martín.
En el esplendor de su carrera, "El ángel que canta", tal como lo apodaron, sufrió un paro cardiorrespiratorio en noviembre de 2001, que le terminó quitando la vida a sus 39 años, lo que le negó conocer el verdadero legado de su vida: su hija Chiara Fuentes (20), fruto de su relación con Natacha Rodríguez, quien fue reconocida luego de un examen de ADN que se le practicó cuando era niña.
Chiara vive hoy en Capital Federal y estudia la licenciatura en Psicología en la Universidad de Buenos Aires. De mirada penetrante, tímida y callada, sus ojos no hacen más que recordar el rostro de su padre.
"Supongo que la nuestra sería una relación normal entre padre e hija; no sabría decir más porque no sé cómo era personalmente mi papá", aseguró Chiara, quien no pudo conocer a nunca Gary.
Al ser consultada sobre cuándo supo quién era su padre, la joven contó: "La verdad que no podría decir un momento exacto, aunque siempre lo supe. Mi mamá fue muy honesta conmigo desde muy chica", reconoció.
Chiara no conoció la dimensión que había tomado su padre como cantante pero no duda de eso, ya que todavía hoy se lo recuerdan: "Mi mamá y mi tío me contaron muchas cosas de él. Me sorprende cuando la gente que no conozco me manda mensajes preguntándome si soy la hija o queriendo hablar conmigo".
-¿Cuál es tu relación hoy con la familia de tu papá?
Muy buena por suerte, desde que los conocí siempre me trataron muy bien y me han hecho sentir integrada. Nuestro primer encuentro fue cuando tenía 8 años, luego de los resultados del análisis de ADN que hicimos con mis tíos Eduardo (Pato) y Gabriel. Cada tanto me vienen a visitar y yo también voy a verlos a ellos a Córdoba. Todos se llevan muy bien con mi mamá, y eso es súper importante.
-¿Cuál fue tu sensación de estar en Amboy, el pueblo de tu padre, donde tiene hasta un monumento?
El año pasado fui a la inauguración de su estatua en su pueblo natal, pero este año no pude ir por temas de estudio de la facultad. La verdad que me sorprendió la cantidad de gente que había, además estaba nerviosa porque mucha gente se sacaba fotos conmigo y no estoy acostumbrada.
-¿Qué parecido dicen que tenés con Gary?
La forma de ser, lo tímida y callada. Y obviamente el aspecto físico, todo el mundo me dice que soy igual.
- ¿Te gusta la música?
Sí, me gusta mucho. Estoy todo el día escuchando. No hago música pero tal vez me hubiera gustado aprender a tocar algún instrumento.
-¿Tenés algún recuerdo material de tu papá?
No, lamentablemente no. Sé que en su momento mi mamá había pedido un micrófono suyo para tener de recuerdo pero creo que se lo negaron.
Edgar Efraín Fuentes, Gary
"Una niña, una historia"
Elizabeth Natacha Rodríguez (40) es la madre de Chiara. Fue fanática, seguidora y como muchas mujeres se enamoró de Gary, pero solo a ella le correspondió el amor. Juntos escribieron una historia de un año y medio, y de esa pasión nació Chiara.
-¿Cuándo conociste a Gary?
Lo conocí el 6 de enero de 1991 en el cierre del Festival de Peñas de Villa María. Ese día lo conocí, pedí que me dedicara un tema. Ahí me enamoré y empecé a seguirlo a cuanto baile de la zona podía.
-¿Fueron pareja?
Salimos durante un año y medio.
-¿Cómo fue enterarte de que estabas embarazada de él?
La verdad que no lo podía creer, fue una gran sorpresa. Yo pensé que Gary no podía tener hijos.
-¿Cómo lograste el reconocimiento de Chiara?
En primer lugar, no iba a hacer nada, de hecho cuando hablé con Gary sobre mi embarazo le dije que iba a respetar a su familia y que la responsabilidad de hacerse cargo de este hijo iba a ser solo mía. Pero cuando Chiara cumplió tres años empezó a preguntar por su papá, y es ahí cuando comienzo con los trámites para un juicio de filiación. Siempre hubo palos en la rueda, expedientes que se perdían, citaciones que no llegaban. Tuvimos la última audiencia el 22 de septiembre de 2001 y ya el 9 de noviembre el trágico final, a días de la prueba pactada de ADN. Después fue más complicado todo porque el ADN se debía haber llevado a cabo de todas formas, pero no pudo hacerse porque fue cremado (cosa que no debió haber ocurrido en el medio de un proceso judicial de filiación), y eso fue otro impedimento más y años de espera.
-¿Cómo te llevás con la familia de Gary?
Tenemos una relación fantástica. Por suerte tenemos muy buen diálogo, largas conversaciones cuando nos juntamos. Siempre nos reciben bien cuando vamos a las sierras y de hecho tenemos planeado pasar unos días juntos este verano en Villa Rumipal.
-¿Qué pensas que diría de Chiara si la hubiera conocido?
Por lo que me cuenta la familia, Gary estaba enloquecido con la idea de poder tener un hijo, y en la última audiencia que tuvimos, él estaba muy interesado y realmente quería que Chiara fuera su hija. Seguramente estaría muy orgulloso porque Chiara nunca me trajo conflictos, es estudiosa, responsable, trabajadora, con convicciones muy firmes, valores y eso creo que es lo que se hereda.
-¿Hay alguna situación judicial por los derechos de tu hija respecto a una herencia?
Es muy complicado hablar del tema. Sí, estamos en juicio para que Chiara tenga lo que le corresponde hace más de quince años pero la justicia es muy lenta. Todo sería más fácil y llevadero si hubiese buena voluntad y se pudiese llegar a un acuerdo entre las partes, pero lamentablemente no es así.
-¿Qué esperás para tu hija?
Lo que siempre quise para ella fue que tuviera a su familia y por suerte lo logré. Y pido justicia para que Chiara tenga algo de todo lo que su padre sembró. Si bien fue criada y educada sin la necesidad de esos bienes, hay una realidad que no se puede negar; que le corresponde y por Ley.