Canasta escolar: costos y necesidades
En tiempos de crisis como la que hoy se vive, desde organismos públicos y entidades intermedias y comerciales debiera reforzarse la tarea de atender situaciones puntuales en las que no es posible el acceso a los implementos de la canasta escolar. Muchas familias no están en condiciones de acceder a ella. Si esto no ocurre, se viola el derecho a la educación de niños o adolescentes.
A escasos días de que un nuevo ciclo lectivo comience, la preocupación de muchas familias pasa por conseguir todos los implementos necesarios para que el estudio de sus hijos no pase sobresaltos. Sin embargo, la cuestión económica incide y mucho en este tiempo donde inflación y recesión se suman para complicar la adquisición de los implementos necesarios.
El precio de la canasta escolar registró un incremento del 25 % respecto de febrero del 2018, con un valor que arranca en los $2.500, según un relevamiento efectuado por este diario. Y esta cifra, se indicó en el referido informe, no incluye la compra de una mochila y los libros que luego solicita cada establecimiento educativo. De acuerdo a los datos obtenidos, algunos elementos aumentaron más que otros. Existen diversas marcas para distintos artículos con lo cual para un elemento hay una variedad de opciones en cuanto a costos que en algunos casos marcan una diferencia de hasta un 30% en un mismo producto. Mientras tanto, otros artículos escolares han mantenido sus precios mientras que algunos fabricantes sacaron al mercado modelos alternativos o más económicos atendiendo el efecto crisis.
Los números no son auspiciosos. En prácticamente todos los hogares se afila el lápiz para que las cuentas cierren y se decide caminar "la calle" en busca de mejores precios. Siempre, pero mucho más este año, el período preescolar es, uno de los más complicados para las economías familiares, en virtud de que a la necesaria compra de todos los elementos escolares se suma la llegada de los impuestos y tasas para todo el año. Esta circunstancia determina que los números no siempre son los esperados.
Para peor, los útiles y la ropa escolar sufren variaciones sustanciales en sus precios debido a la inestabilidad económica. Y aunque en promedio los artículos no hayan incrementado su precio más que la inflación, tampoco lo hicieron los ingresos familiares por lo que las condiciones no son las mejores. De todos modos, muchos comerciantes arman kids escolares con precios más accesibles y algunas entidades -como determinados gremios por ejemplo- ofrecen a sus asociados beneficios que permitan sobrellevar el gasto familiar.
Como en cada año, el comienzo del ciclo escolar impacta en el bolsillo de las familias, en especial de las que más necesidades tienen. Por lo mismo, la preocupación de muchos padres es lógica. Son ellos los que, una vez más, practican la "gimnasia" de caminar y buscar los mejores precios, para poder brindar a sus hijos los materiales necesarios que requiere su paso por la escuela.
En tiempos difíciles y de crisis como la que hoy se vive, desde organismos públicos y entidades intermedias y comerciales debiera reforzarse la tarea de atender situaciones puntuales en las que no es posible el acceso a los implementos de la canasta escolar. Porque muchas familias no están en condiciones normales de acceder a ella. Si esto no ocurre, se viola el derecho a la educación de niños o adolescentes y la igualdad de oportunidades es una utopía.