Campeón del sentido común
En este marco tan controvertido e incierto, solo una voz salió a discrepar con la polémica dirigencia del fútbol, con una lógica irrefutable. A todos los títulos que ha logrado Marcelo Gallardo habría que otorgarle el de campeón del sentido común, algo que la dirigencia de AFA extravió hace años.
En la Argentina, el fútbol es un símbolo que excede el ámbito estrictamente deportivo. Se trata de un fenómeno cultural de masas que concita la atención de la mayoría de la población. También es un fenomenal negocio, hoy "atacado" con fuerza por la parálisis impuesta por la pandemia del Covid 19. El retorno a los estadios -vacíos por el momento- en Europa ha generado la discusión sobre el modo y el tiempo en el que la pelota volverá a rodar en nuestro país.
En medio de este debate, y cuando se cuestionaba seriamente la indecisión e inacción de la dirigencia de la Asociación del Fútbol Argentino, su mandamás emitió un mensaje a través de las redes sociales para señalar que ninguna institución que compita en torneos oficiales de esa entidad está autorizada a regresar a las actividades hasta tanto todo el país se halle en la fase 4 llamada de distanciamiento social para diferenciarla del aislamiento preventivo y obligatorio.
El mensaje del discutido presidente de la AFA hizo mucho ruido. Es que la mayor parte del país ya se encuentra en la citada fase de, según el término utilizado por los españoles, "desescalada". Pero el denominado Amba está lejos aún de alcanzarla. En una llamativa demostración de que se iguala para abajo, la dirigencia del fútbol impide que retornen los entrenamientos con el argumento falaz de que se estaría dando "ventaja deportiva" a los clubes del interior frente a los capitalinos y del Conurbano bonaerense.
El centralismo de la AFA en su máximo esplendor. Tanto es así que el Consejo Federal, organismo que rige el fútbol del interior, ya comunicó a todas las entidades que no se puede retomar la actividad aun cuando las autoridades sanitarias lo autoricen. La dirigencia del fútbol parece no tener en cuenta que muchos clubes viven una situación angustiante desde lo económico. Pero además son estas instituciones las que brindan una función social muy necesaria. La medida de la AFA niega incluso la posibilidad de que las divisiones inferiores comiencen con las prácticas, ignorando que entidades como Sportivo Belgrano y tantas otras reúnen en su seno a cientos de adolescentes y jóvenes deportistas. Buena parte de ellos provienen de sectores vulnerables y reciben en los clubes contención y apoyo.
En este marco tan controvertido e incierto, solo una voz salió a discrepar con la polémica dirigencia del fútbol. Fue la del director técnico de River Plate, Marcelo Gallardo. Con una lógica irrefutable sostuvo: "Todo el mundo entiende y pone por delante la salud y la vida de las personas, eso está clarísimo. El fútbol es una actividad para nosotros importante, pero hoy no es imprescindible. Igual, de ahí a quedarnos cruzados de brazos y que no haya nada... me pareció mucho. El deseo es poder activarnos con protocolos y cuidados. Quiero que tengamos esa posibilidad cuando nos permitan, pero que no digan: 'Cuando el país entre en tal fase". Y expresó su preocupación por la decadencia del fútbol argentino: "Esto no es de ahora claramente. En los últimos años no se han respetado formatos, organizaciones, instituciones, se cambiaron sobre la marcha situaciones". Se preguntó también "¿por qué no activar a los equipos y los jugadores que están en provincias que no tienen circulación del virus? ¿Por qué restringirlos? Hace 100 días que entrenan en su casa, es muy injusto. No pueden pasar 120 días para después prepararse y competir. Deberían arrancar. No es sacar ventaja, es liberar la mente y el físico de los que viven de esto".
La voz del técnico de River Plate hizo más atronador el silencio de los demás protagonistas del mundo del fútbol. A todos los títulos que ha logrado se tendría que otorgarle el de campeón del sentido común, algo que la dirigencia de AFA extravió hace años.