Café cortado: la crisis redujo el consumo a la mitad en los bares
Los clientes de los cafetines consumen menos cantidad, aunque el ritual de la charla alrededor de la mesa no se pierde.
Aquellos habitués de los cafetines y confiterías de la
ciudad también cambiaron su hábito de consumo ante la crisis económica.
Los cafeteros aseguran que tiempos atrás el cliente que visita diariamente el lugar tomaba cuatro cafés por día y que eso se revirtió ya que el máximo hoy son dos.
"La persona que tomaba cuatro cafés por día, hoy te toma dos. El cliente bajó la cantidad y eso es por la crisis", confió Roberto Colombatti, de Confitería La Palma.
"Sucede que el cafetero viene un día y toma dos cafés, o te toma tres y al otro día dos. El consumo fijo se redujo", agregó Fernando Bernardi, de Pronto Café.
En la ciudad, el pocillo chico de esta clásica infusión se puede encontrar desde $40 a $70, habiendo sufrido un aumento en el último tiempo de un 10 % a un 15 %.
La suba, explicaron los entrevistados, tiene que ver con dos factores: por ser un producto dolarizado su precio está condicionado con el valor de la moneda norteamericana y por la suba de los servicios, los impuestos, las cargas sociales y los salarios. "La baja de consumo fue progresiva desde enero de 2016. Hoy se siente más", contó Colombatti.
Los vendedores creen que el incremento en el precio de la bolsa de granos de café desde enero del año pasado a este aumentó un 70 %. "El precio del café se maneja en dólares y aumentó mucho para nosotros" afirmó Luis Taverna, de la cafetería del Jockey Club y de Mamma Mía.
El verano no ayuda
Como si fuera poco, a la crisis se le suman las altas temperaturas y las vacaciones, que parecen ser aliadas en este escenario. "El cafetero sigue yendo pero por el calor y por las vacaciones, viene menos", confiaron.
La merma con estas condiciones climatológicas puede llegar al 40 %. "Los meses fuertes nuestros son en invierno", afirmó Taverna.
"La persona que tomaba cuatro cafés por día, hoy te toma dos. El cliente bajó la cantidad y eso es por la crisis", confiaron los cafeteros consultados por este diario
Perfil del cafetero
"El cafetero toma solo café", afirman los vendedores como regla general.
Ese café solo va en pocillo chico, aunque algunos a veces se animan al cortado pero son los menos. La experiencia indica que debe tomarse rápido, bien caliente y con buena espuma que deje su marca en el consumidor. "El cafetero quiere un café bien tirado y con buen sabor", agregó Taverna.
En los cafetines, las mesas están armadas, cada uno tiene su silla o es común ver a comerciantes de la ciudad que se acercan con viajantes para hacer negocios. "Acá y como en todos lados, cada uno tiene su 'pareja' que es el compañero de café como le decimos nosotros o ya están las mesas armadas con la cantidad de sillas correspondientes porque muchas veces las comparten conocidos", confió Javier de "El último café".
Con propina incluida
Consultados sobre la forma de pago, todos coincidieron que se hace de contado y que el cafetero es el que siempre da propina. "El cafetero está acostumbrado a pagar de contado y siempre deja propina. Ahora que no está más el billete de $2, suelen dejar $5 de propina. Al contrario, el cliente de paso, antes dejaba $10 y hoy deja la mitad. La propina es código muy del cafetero", concluyó Bernardi.