Brinkmann: la cooperativa de quesos que crece en pandemia
En menos de dos años, "La Nueva Esperanza", formada por ex trabajadores de Sancor pasó de procesar 5.000 litros a casi 40.000 semanales. Aseguran que la pandemia los "benefició" y que están detrás de nuevos acuerdos comerciales.
Por Vanina Panero | LVSJ
El presente es
bueno y el futuro es aún mejor para la cooperativa de trabajo láctea "La Nueva
Esperanza", que surgió tras el cierre de la planta Sancor de Brinkmann. Así lo
definieron sus propios integrantes en una entrevista con LA VOZ DE SAN
JUSTO.
Lejos de perjudicarlos, la pandemia fue un aliciente en las ventas de quesos que producen, aunque el cierre de grandes pizzerías y restaurantes durante la cuarentena dejó prácticamente sin mercado a la muzarella.
Luego de un período crítico que tuvo que atravesar la entidad, "los planetas se alinearon" y lograr crecer aún en medio de la crisis sanitaria.
Desde su puesta en marcha en febrero de 2019 y hasta la actualidad, pasaron de procesar 5.000 litros semanales, a 7.000 litros diarios, es decir casi 40.000 por semana. Con ello alcanzan una producción de 1.000 kilos diarios de quesos blandos, duros y semiduros que comercializan en tres provincias.
Atravesar la crisis de principiantes
"Comenzamos procesando 5.000 litros semanales y hoy estamos en 7.000 diarios. Eso significó un crecimiento muy grande logrando una estabilidad de la entidad que ya cuenta con excedentes para el pago de de sueldos, bajando compromisos y deudas", señalaron integrantes del consejo de administración de la cooperativa en declaraciones a nuestro diario.
La cooperativa nació de cero y eso demandó de un proceso que inclusive llevó a depurar el personal.
Con el acompañamiento del municipio local, de la Asociación de Trabajadores Lecheros de la República Argentina (Atilra) y la asistencia financiera del Ministerio de Industria, Comercio y Minería de la Provincia, se puso en marcha la quesería en febrero de 2019. A partir de allí, el proceso fue duro.
En ese sentido reconocieron que "en un momento la pasamos muy mal al punto de llegar al límite pero sobrellevamos la situación hasta que se logró estabilizar", manifestaron.
"Cuando empezamos a producir todo lo que se recaudaba fue destinado a pagar todas las erogaciones. La entidad llegó a pagar más de 700.000 pesos mensuales de compromisos crediticios", comentaron.
En este sentido recordaron el contexto de la situación: los ex empleados de Sancor se fueron de la firma bajo la modalidad de jornada libre por lo que durante seis meses no recibieron el pago de sus salarios. "Tampoco cobrábamos lo que trabajamos en la cooperativa, lo que hizo que muchos se abrieran del proyecto".
No obstante, destacaron que lograron mantener prácticamente las mismas fuentes de trabajo de la planta de Sancor. "
"De los 18 titulares que éramos de Sancor quedamos tres en la cooperativa pero junto a familiares y demás, se generan hoy 14 puestos de trabajo", precisaron.
Crecimiento "acelerado"
Los integrantes de la entidad cooperativa manifestaron que hoy atraviesan una etapa de crecimiento "bastante acelerado". Profesionales sostienen que para una empresa con las características nuestras demandan unos cinco años para empezar a crecer, mientras que nosotros en menos de dos, lo estamos logrando".
La cooperativa comercializa sus productos en tres provincias: Córdoba, Santa Fe y Tucumán, además de la venta directa en la proveeduría que poseen con lácteos a precio de fábrica.
Avizoran un futuro muy promisorio de la mano de nuevos acuerdos comerciales. "Estamos entrando en el mercado con un producto de calidad y apuntamos a competir en ese aspecto", anticiparon.
Más competencia y con un dólar volátil
Una de las principales dificultades a la que se enfrentan estas pymes es competir con las grandes empresas lácteas en el mercado. "Las grandes empresas no están exportando mucho por el tema del dólar entonces vuelcan más producción al mercado interno, por lo que creció la competencia".
"Obviamente no podemos hacer frente a esos precios, y muchas veces la gente elige la marca, ante la escasa diferencia de precios. Por eso apuntamos a un producto de calidad, que con el tiempo pueda hacer frente a las grandes marcas", expresaron desde la cooperativa.
Pese a que los insumos de este rubro están dolarizados, la leche sigue siendo en producto básico para la producción de quesos.
"Una horma de cremoso, por ejemplo demanda de 30 litros de leche", precisaron.
Asimismo contaron que "Estamos usando los insumos que usa cualquier empresa internacional porque apuntamos a un producto de calidad".
"Vamos por buen camino y confiamos que el año que viene al realidad va a ser otra con acuerdos que nos van a permitir consolidar este crecimiento", concluyeron.
La pandemia benefició en el movimiento
comercial, siendo que el rubro alimenticio fue uno de los pocos que nunca dejó
de trabajar. Sin embargo, la que perdió
mercado fue la muzzarella, como
consecuencia del cierre de grandes pizzerías y restaurantes a quienes vendía la
cooperativa. "Durante la cuarentena cayó la venta de la muzzarella,
pero pudimos mantener el equilibrio de la mano del consumo de otro tipo de
quesos, que se mantuvo o hasta aumentó en algunos casos", manifestaron. Efecto covid:
perdió la muzzarella
pero ganaron otros
quesos