Bomberos, voluntariado y reconocimiento
Más allá de una “asignación estímulo”, es preciso sostener con fuerza que, en estos últimos difíciles días de incendios en nuestras sierras, fueron ellos los que se prodigaron para que los daños no fuesen mayores. Lo hicieron con un esfuerzo notable, convencidos de que ésa es su misión. Pero no piden nada a cambio.
El gobierno nacional anunció el otorgamiento de una "asignación estímulo" de diez mil pesos a brigadistas que actuaron en incendios. De acuerdo a lo estipulado por el decreto que lo dispone, el beneficio será percibido por el personal contratado para el manejo del fuego bajo la órbita de la Administración de Parques Nacionales.
Es decir, la asignación no incluye a los bomberos voluntarios, en especial a los de nuestra provincia, que durante semanas enteras, en un gran número lucharon denodadamente para terminar con la peor temporada de incendios forestales en más de una década.
El objetivo de esta medida gubernamental sería "estimular la labor que deben desarrollar" los brigadistas ante la "creciente cantidad de focos de incendios forestales, rurales y de pastizales" en el país. "En los últimos meses, estos incendios masivos y reiterados, en distintas zonas críticas de la República Argentina, han adquirido una dimensión alarmante y representan una grave amenaza para el ambiente y sus ecosistemas, así como para el patrimonio, la salud y la vida de las personas", advirtió el gobierno en el texto oficial.
Pues bien, si se analiza lo sucedido en Córdoba, solo cobrarán este incentivo unos pocos brigadistas nacionales llegados junto a funcionarios que vinieron solo a observar y a desplegar declaraciones mediáticas para que se advierta su presencia. Tardía, muy tardía, por cierto.
Mientras tanto, durante largos días, más de 4.500 voluntarios de toda la provincia se expusieron a los peligros y exhibieron notable profesionalismo para combatir los siniestros. En promedio, fueron entre 400 y 600 los bomberos que durante 24 horas o más hicieron frente a las llamas.
Mientras tanto, la política sigue haciendo su juego. En el Senado de la Nación se presentó un proyecto de comunicación para solicitar al Ejecutivo nacional que "arbitre los medios necesarios para garantizar el cobro del subsidio de $ 10 mil pesos, no remunerativos" a todos los bomberos de la provincia de Córdoba. Sin embargo, con la hidalguía que caracteriza a los cuerpos bomberiles cordobeses, no hay quejas públicas por este "olvido". Es que la gran mayoría entiende que el bombero no necesita un estímulo, porque lo que lo moviliza es su propia vocación. El verdadero significado de la palabra voluntario cobra real dimensión en su conducta.
No obstante, más allá del no reconocimiento económico, es preciso sostener con fuerza que, en estos últimos difíciles días de incendios en nuestras sierras, fueron ellos, los bomberos voluntarios los que se prodigaron para que los daños no fuesen mayores. Lo hicieron con un esfuerzo notable, convencidos de que ésa es su misión. Pero no piden nada a cambio, aunque haya molestia porque se sostenga que las llamas se extinguieron gracias a la presencia -sin mucha acción- de 60 brigadistas rentados enviados por la Nación cuando ya los focos habían comenzado a extinguirse.