Bomberos: valores y profesionalismo
Valor, sacrificio, abnegación, entrega total en cada acto de servicio y conmiseración con el dolor del semejante son algunas de las cualidades a resaltar este 30 de abril día en que Bomberos cumple 85 años.
¿Qué es lo que determina que una institución mantenga una imagen social excelente en el marco de una senda de crecimiento permanente durante 85 años? La respuesta puede encontrarse en la vigencia de los valores que la sustentan, en la aceptación orgullosa de la comunidad en la que se inserta y a la que sirve y en la identificación de sus miembros con los altruistas objetivos que le dieron fisonomía.
Valor, sacrificio, abnegación, entrega total en cada acto de servicio y conmiseración con el dolor del semejante se cuentan, entre otros similares, como esos valores que forman el eje central de su misión. Se han preservado a lo largo de las décadas. Han sido internalizados por cada uno de los que formaron parte desde aquel 30 de abril de 1937 cuando se oficializó su primera comisión directiva, nacida luego de que el intendente Raúl G. Villafañe emitiera un decreto, atendiendo a las necesidades de la comunidad que desde hace años se manifestaba preocupada por la irrupción de dolorosos siniestros.
Así, desde la humildad y la solidaridad, con la coherencia y el reconocimiento de errores como principios rectores, llega a los 85 años consolidada, apreciada y valorada en justa dimensión tanto aquí como fuera de las fronteras ciudadanas. El vínculo con nuestra comunidad está muy arraigado. No es exagerado afirmar que existe una relación casi familiar. El aporte de los vecinos se puede observar en cada obra, en cada vehículo, en cada uniforme. El respeto y la transparencia han sido baluartes de este lazo fraterno que une a la institución con la población de la ciudad. Una relación cariñosa que desprende admiración por la noble función que se cumple.
Una función que sería imposible de llevar adelante sin ellos. Hombres y mujeres que representan la muestra más auténtica de que los valores centrales de la convivencia se hallan cobijados en el histórico cuartel de bulevar Garibaldi. Nadie los obliga, sólo el dolor de los demás. La solidaridad en su punto más excelso, acompañada por el profesionalismo que nace de la capacitación permanente.
Bomberos Voluntarios cumple 85 años de vida. Es ésta la institución en la que los valores se viven en plenitud y se esparcen hacia otros sectores. La entidad que es orgullo de la ciudad y la región por haber sido capaz de generar el más transparente sentimiento de identificación. Y la que contiene en su seno a quienes son capaces de dejar una parte de su propia vida para proteger las de sus semejantes.
El sincero y justo homenaje a nuestros bomberos voluntarios eriza la piel sanfrancisqueña y expresa el orgulloso agradecimiento de nuestra comunidad hacia todos los que, a lo largo de 85 años, fueron capaces de defender aquellos valores fundacionales, de generar hermosa empatía comunitaria y de jugarse el pellejo para aliviar el dolor de los demás.