Balnearia prepara un censo para medir el impacto del dengue y covid-19
La gestión municipal que asumió en diciembre pasado quiere un diagnóstico social, económico y sanitario del pueblo, que sufrió cambios a raíz de esta dos enfermedades. El relevamiento comenzaría a fin de mes en los dos barrios más vulnerables, pero se extenderá a toda la localidad.
Tal como sucedió a nivel nacional, los intendentes de San Justo que asumieron su primera gestión municipal en diciembre fueron sorprendidos por la emergencia sanitaria que los obligó a cambiar el rumbo de su gobierno.
Es el caso de Balnearia, uno de los pueblos más afectados por el dengue y aunque no se registraron casos de coronavirus, la pandemia agravó la situación económica y social de los vecinos, sobre todo en los barrios más vulnerables del pueblo.
Por ello, el municipio está preparando un censo local que se pondría en marcha a fines de este mes, una vez creado el sistema de encuesta que se tomará del censo nacional.
Según manifestaron desde el municipio, se trata de un relevamiento bastante amplio que les permitirá conocer la situación social, económica, sanitaria y habitacional. El mismo comenzará en Villa Obrera y Villa Maine, los dos barrios más vulnerables del pueblo, pero se extenderá a toda la localidad.
Un diagnóstico pospandemia
"Queremos un diagnóstico del pueblo, siendo que somos nuevos en la gestión y sabemos que esta pandemia ha intensificado la crisis económica que venía de años anteriores", manifestó a LA VOZ DE SAN JUSTO el secretario de Desarrollo Social, Matías Forneris.
El funcionario municipal explicó que si bien se realizó un relevamiento apenas se decretó la cuarentena obligatoria, "necesitamos conocer la situación real de cada familia, siendo que con esta pandemia, creció la situación de vulnerabilidad".
En este sentido, reconoció que "muchas familias que nunca tuvieron que pedir ayuda, hoy lo están haciendo".
"La única forma de solucionar un problema es detectándolo, por eso necesitamos hacer este censo", precisó.
Consultado por la decisión de comenzar en los barrios Villa Obrera y Villa Maine, Forneris explicó que "se trata de los barrios más vulnerables del pueblo donde ya estamos trabajando para asistir a las familias. La prueba piloto comenzará en Villa Obrera, el barrio más poblado de Balnearia, continuará en Villa Maine y con el tiempo se extenderá a toda la población".
"Con la pandemia, mucha gente que no estaba acostumbrada a pedir, hoy tiene que hacerlo, por lo que la ayuda no es sólo para las familias que estaban 100% vulnerables".
Con respecto a la modalidad del censo, Forneris dijo que será casa por casa y se replicará el sistema de Nación. "Eso nos da una serie de preguntas que vamos a cargar a una nube que procesa los datos y nos permitirá conocer información como cuantas viviendas faltan, cuantos pozos de agua, cloacas, entre otros servicios".
"También conocer la situación económica y sanitaria de la gente: cuantos mayores de 60 años hay en el pueblo, quien tuvo dengue, como lo atravesó, cuanta gente vive en esa vivienda, quienes están trabajando y quienes no trabajan; es amplio", agregó.
El funcionario municipal reconoció que el aislamiento obligatorio tuvo un fuerte impacto en las familias que residen en estos barrios donde la mayoría de los vecinos viven de changas, empleos rurales o de albañilería.
"Con la pandemia, mucha gente que no estaba acostumbrada a pedir, hoy tiene que hacerlo, por lo que la ayuda no es sólo para las familias que estaban 100% vulnerables".
Déficit habitacional
Por otro lado, Forneris manifestó que "una problemática grande en nuestro pueblo es el déficit habitacional y el estado de las viviendas. A muchos vecinos les entra agua por los techos cada vez que llueve".
Reconoció que los alquileres son muy altos en el pueblo (van de $7.000 a $8.000 una casa estándar) y que esto se debe a la alta demanda habitacional. "El pueblo creció y debido a malas políticas anteriores no se han construido viviendas. Se dio de baja a planes municipales y no se adhirió a ningún plan provinciales y nacional", sostuvo Forneris.
Villa Obrera: un ropero comunitario que nació en el barrio
Lunes, miércoles y viernes se hace "delivery" de ropa y alimentos en Villa Obrera
De lunes a viernes de 9 a 12 funciona en Villa Obrera- en una salita que era destinada a primeros auxilios- uno de los dos Centros de Atención Vecinal (CAV) que puso en marcha el municipio para receptar reclamos y necesidades de sus habitantes.
Desde el mismo se puso en marcha un ropero comunitario que se alimenta de la solidaridad de los vecinos que colaboran donando, acondicionando y seleccionando ropa para dar a quienes más lo necesitan.
"En este barrio se disolvió el centro vecinal, sabíamos que no había nada por lo que instalamos este punto de atención desde el cual comenzamos a asistir a las familias con módulos alimentarios y ahora sumamos este roperito", comentó Forneris.
El funcionario municipal manifestó que "era un proyecto que teníamos antes de la pandemia, pero se activó en medio de la pandemia y con otra modalidad para respetar los protocolos sanitarios". En este sentido, explicó que "se preparan bolsa con dos o tres mudas de ropa para los niños y se llevan a domicilio junto con la leche del programa provincial ´Más Leche, más Proteínas´".
Forneris señaló que esto se hace los lunes, miércoles y viernes en Villa Obrera y martes y jueves, en Villa Maine, aunque abarca a otros barrios que así lo requieran.
Contó también que a partir de esta semana, también se entregará un kit sanitario (que contiene barbijos, alcohol en gel, lavandina, entre otros productos de limpieza e higiene) a los beneficiarios de la Tarjeta Social que otorga el gobierno provincial.
Por otro lado, Forneris anticipó que se planea reactivación del centro vecinal, apoyo escolar y copa de leche en Villa Obrera. "Nuestra prioridad son los más vulnerables ", expresó el secretario de Desarrollo Social.
No obstante, se proyecta también contar con estos Centro de Atención Vecinal en otros barrios de la localidad, para trabajar en conjunto con los vecinos.