¡Atención! Las brochas sucias aceleran el envejecimiento
La higiene de nuestras brochas de maquillaje tiene impacto en la belleza de nuestra piel.
Es primordial limpiar las brochas de maquillaje. Este gesto prolonga su duración y su eficacia y además tiene consecuencias en nuestra piel. Las brochas bien lavadas garantizan la correcta aplicación de nuestro maquillaje y la salud de la piel. La falta de higiene de estas herramientas puede provocar reacciones cutáneas e infecciones debido a las bacterias, el polvo y el sebo que queda sobre las cerdas de las brochas.
Pero si bien conocemos los efectos inmediatos que una incorrecta limpieza puede causar, no se suele hablar de lo que sucede a largo plazo. De hecho, la rutina de limpieza de las brochas tiene consecuencias en la preservación del capital de juventud de la piel. Los pinceles sucios pueden acelerar el envejecimiento y hacer aparecer signos de la edad más rápidamente.
La dermatóloga Debbie Palmer, cofundadora de Dermatology Associates de Nueva York, explica: "Las brochas de maquillaje sucias pueden exponer la piel al estrés oxidativo de los radicales libre, lo que provoca una degradación del colágeno y la elastina y puede provocar envejecimiento prematuro". Los radicales libres son generados por las agresiones exteriores como la polución, el polvo, etc. Al depositar impurezas, los poros se apan y la piel se asfixia.
Para preservar el capital de juventud de nuestra piel, un par de hábitos diarios bastan: lavar con agua y jabón neutro las brochas regularmente y desmaquillarse antes de irse a dormir. Para un efecto anti-age, se recomienda aplicar cremas y tratamientos con un movimiento desde abajo hacia arriba y desde el exterior hacia el centro del rostro. El movimiento contrario, que solemos hacer por default, retira el colágeno hacia el exterior del rostro.