Alberto Fernández y Mauricio Macri hablaron por teléfono por el caso Bolivia
El mandatario electo le habría sugerido al actual Presidente que se le brinde "ayuda y asistencia" a los políticos del país vecino, incluso a Morales. Aseguran que la conversión fue en tono amable.
El presidente Mauricio Macri y su sucesor, Alberto Fernández, hablaron esta noche por teléfono durante varios minutos para analizar la delicada situación de Bolivia después de la renuncia de Evo Morales por la crisis política que atraviesa ese país.
Fuentes políticas informaron a Télam que la conversación se desarrolló en tono amable y en ella Fernández habría sugerido a Macri que se le brinde "ayuda y asistencia" a los políticos bolivianos, incluido Morales, que eventualmente pidan asilo, por ejemplo en la embajada argentina en La Paz.
La comunicación se dio en medio de insistentes versiones acerca de un posible pedido de asilo político del dirigente de origen aymara, que arreciaron cuando hoy dejó la ciudad paceña, aunque luego se supo que estaba en Cochabamba, desde donde anunció su dimisión después de un pedido de, entre otros sectores, las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Fernández, como todo el abanico político latinoamericano de centroizquierda, considera que lo ocurrido en Bolivia es un "golpe de Estado", mientras el gobierno de Macri evalúa que fue una consecuencia institucional a partir de decisiones del propio Morales, aunque reivindica una salida pacífica y democrática.
Fuentes políticas informaron a Télam que la conversación se desarrolló en tono amable y en ella Fernández habría sugerido a Macri que se le brinde "ayuda y asistencia" a los políticos bolivianos, incluido Morales, que eventualmente pidan asilo, por ejemplo en la embajada argentina en La Paz.
En Bolivia se ha consumado un golpe de Estado producto del accionar conjunto de civiles violentos, el personal policial autoacuartelado y la pasividad del ejército. Es un golpe perpetrado contra el presidente @evoespueblo, que había convocado a un nuevo proceso electoral.
— Alberto Fernández (@alferdez) 10 de noviembre de 2019
La comunicación se dio en medio de insistentes versiones acerca de un posible pedido de asilo político del dirigente de origen aymara, que arreciaron cuando hoy dejó la ciudad paceña, aunque luego se supo que estaba en Cochabamba, desde donde anunció su dimisión después de un pedido de, entre otros sectores, las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Fernández, como todo el abanico político latinoamericano de centroizquierda, considera que lo ocurrido en Bolivia es un "golpe de Estado", mientras el gobierno de Macri evalúa que fue una consecuencia institucional a partir de decisiones del propio Morales, aunque reivindica una salida pacífica y democrática.