Testimonio de una larga lucha
Dionisio Mago espero una prótesis para su cadera 70 días.
La vida nos presenta continuamente obstáculos, algunos más grandes, otros pequeños; pero siempre lo más importante es enfrentarlos. Para Dionisio Valentín Mago de 74 años, el obstáculo tras la quebradura de una de sus caderas, fue la espera de una prótesis de titanio que la obra social debía enviar, que le significó una internación de 70 días.
El 8 de octubre de 2016, estaba colocando una alfombra a su camioneta y cuando se incorporó sufrió la quebradura de una de las prótesis que ya tenía colocada en su cadera. Allí comenzó su experiencia, fue internado y recién pudo regresar a su casa el 19 de diciembre. Debió permanecer en el sanatorio debido a que su salud y su vida corrían peligro.
Dionisio afrontó la larga internación con la compañía férrea de su esposa Olga, que se encargó no solamente de los trámites y cuestiones médicas sino también de acompañarlo en esos días y noches en los que una habitación de sanatorio fueron su hogar.
Asimismo, a pesar de todo y la demora en la llegada de la prótesis, Dionisio enfrentó los difíciles días de internación con su gran sentido del humor y actitud positiva. Sus chistes levantaron el ánimo a otros enfermos que pasaban momentos difíciles y a los médicos que se extrañaban por su actitud en medio de esa situación tan complicada.
Hoy Dionisio ya está en su hogar, realiza rehabilitación y espera con ansias volver a bailar tango en el Club de Abuelos, una actividad que disfruta junto a su esposa Olga.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, relató su experiencia, los días que lo llenaron de aprendizajes y también de nuevos amigos.
"En esos 70 días vi muchas cosas que no se las deseo a nadie, gente que no estaba bien al lado mio, además corria riesgo de sufrir cualquier infección. Cumplí una condena sin causa", aseguró Dionisio, aunque al mismo tiempo agregó que de todo lo vivido "rescato lo vivido con la gente, el apoyo que recibí y el que pude dar".
Aseguró que debió permanecer tanto tiempo internado "porque los médicos me decían que tenía que evitar cualquier complicación grave en mi casa".
Al recordar cómo comenzó todo, Dionisio dijo: "Yo notaba que no estaba bien la prótesis que me habían colocado hace unos años, se me salía y finalmente se quebró. Entré a la clínica el 8 de octubre y salí el 19 de diciembre, estuve 70 días internado. Esto pasó porque estaba esperando la prótesis indicada que es una de titanio y no la cementada que la obra social me quería enviar".
El sentido del humor fue su fuerza y al respecto afirmó: "En los días de internación contaba chistes y hablaba con los médicos, con los pacientes que estaban a mi lado, eso me ayudó mucho para sobrellevar todo el tiempo de internación".
Comentó que en la clínica "todo el mundo se extrañaba por mi humor en medio de todo eso, y yo, que iba a hacer. Tenía que seguir adelante con lo que pasaba y hay que estar contento, eso ayuda mucho".
"Junto a mi esposa hemos cosechado amigos que ni siquiera nos imaginábamos, de todo lo malo que vivimos, eso es lo que rescatamos la amistad que hicimos con la gente que también estaba sufriendo", dijo.
Finalmente remarcó: "Agradecemos a los médicos, personal de enfermería, mucamas, todos los que estuvieron con nosotros durante todo el tiempo, fue nuestro hogar durante dos meses".