El abrazo más esperado por Joel, un camionero en ruta
Quienes están en las rutas argentinas hoy viven un verdadero "calvario" pero no poder estar junto a sus familias. Un Día del Padre diferente para estos trabajadores "esenciales" que deben continuar su tarea aunque eso le implique aislarse de los más queridos.
Tan necesarios como los médicos, enfermeros y policías. Los camioneros también son esenciales en este tiempo de pandemia. Pero a pesar del valor de su trabajo, lamentablemente en muchos casos son criticados y repudiados por la sociedad. Los culpan de "desparramar" el virus por donde circulan.
La historia es diferente arriba del camión y aunque duelan esos comentarios, ellos esperan con ansias volver a su casa para rencontrarse con los suyos. LA VOZ DE SAN JUSTO entrevistó a Joel Iván Astudillo (37), un camionero de nuestra ciudad que espera hoy poder abrazar a Mateo (11) y Bautista (7) en el Día del Padre.
Joel está en viaje con su camión regresando a San Francisco sin saber si va a poder ingresar a la ciudad y reencontrarse con su familia este domingo especial.
Este trabajador del volante está volviendo de un largo traslado ya que se dedica a llevar harina del molino local a Formosa y Clorinda. Al regreso, carga cereal en Chaco y Rosario para no volver vacío y aprovechar el viaje.
"Estoy bien de salud pero recién después de unos días uno sabe si se contagió de coronavirus", contó Joel con mucha preocupación.
"Siento miedo por esta situación -siguió-. Mis hijos me esperan con ganas verme y abrazarme pero yo vengo de lugares como Chaco donde hay muchos infectados", confesó.
Meses difíciles
En estos tres meses atravesados por el covid - 19, los camioneros denunciaron que sufrieron malos tratos en la mayoría de los lugares donde se trasladaron. "Para la sociedad no somos las personas que transportamos lo que ellos comen, sino los que llevamos el virus", dijo con bronca el trabajador. Y agregó: "Sería bueno que entre todos los camioneros nos pongamos de acuerdo para demostrarle a la gente que somos esenciales y que si paramos un solo día, empiezan a escasear lo básico para vivir. No podemos dejar que nos maltraten", instó dolido por la situación y la falta de reconocimiento por el sacrificio y los riesgos que están asumiendo por llevar a cabo esta tarea.
Lejos, siempre
La profesión de Joel no es fácil, pero la sigue defendiendo. Para él, un camionero conoce de sacrificio y debido a este trabajo muchos de ellos se pierden de compartir cosas con la familia por brindar su servicio. "Por culpa de este trabajo no pude estar en ninguno de los nacimientos de mis hijos, el día que dieron sus primeros pasos o dijeron sus primeras palabras. Es difícil estar lejos de los míos porque la mayoría del tiempo estoy viajando y los extraño mucho", apuntó.
Joel hace 14 años está al mando de un camión, pero también tuvo la experiencia de su padre que se dedicaba a lo mismo. "A mis colega les digo que traten de estar el mayor tiempo posible con sus hijos, porque a veces tratando de darles lo mejor nos olvidamos de brindar lo más importante que es nuestro cariño y afecto", finalizó.