Cerámica: la conexión perfecta con la naturaleza y la tranquilidad
Cada vez más mujeres descubren el arte de la cerámica como una forma de desconectarse de la ruta y conectarse con la naturaleza.
El arte de fabricar objetos a partir de materiales nobles como el barro o la arcilla es elegido cada vez por más mujeres de todas las edades y diferentes profesiones como una terapia para calmar las ansiedades y superar angustias a través de una conexión profunda con la naturaleza y la ecología.
Para Gabriela Ludueña, artista plástica y paisajista, la cerámica es el arte perfecto para conectar y desconectar. "Hacer un trabajo creativo, sea cual sea, nos ayuda a salir de la rutina, a pensar, idear y proyectar algo aunque sean pequeños objetos".
Por eso, muchas mujeres eligen el mundo de la cerámica, viaje en el que se embarcan para descubrir nuevas cualidades propias y posibilidades infinitas. "Las que comienzan el taller vienen con diferentes objetivos y una búsqueda interior diversa. Algunas lo hacen por recreación, para ocupar tiempo libre o compartir con otras mujeres una tarea", reveló Ludueña.
Sin embargo, en un mundo regido por ansiedades y la necesidad de resolver todo al instante, la cerámica desafía estas reglas imponiendo las suyas y descargando tensiones y nerviosismos: "La cerámica maneja sus tiempos, te obliga a la espera, al respeto del tiempo adecuado para que todo salga correctamente. Necesita de la dosis precisa de humedad, pero fundamentalmente de amasado y de caricias que pueden convertirse en una manera de descargar tensiones que hacen que las piezas queden lisas y suaves", contó Ludueña.
"Después necesita tomar aire, hornearse, esmaltarse y ser terminada. Todo eso hace a una pieza acabada y bella".
También pueden surgir problemas y que lo planificado no resulte como uno espera, pero eso es parte de la vida misma. "En este arte muchas veces resulta o no y hay que intentarlo nuevamente. Eso tiene que ver con lo cotidiano, con la vida misma, el proyectar algo de una manera y que resulte de otra. Es un proceso", contó Ludueña.
Natural y femenina
El trabajo en la cerámica no requiere de elementos complejos, pero sí rudimentarios como son la arcilla, el barro, el agua; todos naturales que responden a un deseo actual de hacer a la ecología presente en la vida cotidiana. "Esta disciplina tiene relación directa con la naturaleza y con lo vivo porque es trabajo manual y acción con materiales que provee la misma tierra. Son piezas hechas extraidos del ambiente que permiten ser reciclado. Esta es una forma de alejarse del plástico y acercarse más a lo natural", explicó Ludueña.
Pero más allá del cuidado del ambiente, la cerámica se conecta con lo más femenino como son la decoración y la cocina. "A las mujeres les atraer hacer sus propios utensilios de con los que les cocinarán a sus hijos, los adornos para su casa. Todo eso hace a la esencia de la mujer y lo reflejan en cada objeto que recrean con sus propias manos, con amor y paciencia, haciendo las cosas más bellas", concluyó Ludueña.